Hasta hace poco, el joven pakistaní de 18 años de edad, Arshad Khan, tenía una vida normal: trabajaba en su pequeño puesto de té en el bazar local Itwar, como cada domingo en Islamabad, cuando un suceso inesperado cambiaría el rumbo de su vida por completo.
El guapo ‘chai wala’ (o vendedor de té) es parte de una familia de 18 hermanos que viven en Islamabad desde hace 25 años. Su incursión en el mundo del té es reciente, y antes de su fama repentina, jamás había oído hablar de Twitter o Instagram.
Una fotógrafa lo vio, lo retrató y subió la foto a Instagram
Khan se encontraba sirviendo té en su puesto cuando la fotógrafa Javeria Ali lo fotografió de forma casual mientras paseaba por el mercado.
¿Cómo resistirse a esa intensa mirada índigo?
Con ese gesto de seriedad y su mirada fija de ojos color azul, era prácticamente imposible que pasara desapercibido. La chica después comentaría a la BBC que se sorprendió del éxito inmediato de la fotografía, porque para ella era una publicación normal, como cualquier otra.
Pasaron 4 días cuando la imagen ya había enloquecido las redes sociales
Internet se volvió loco por saber el paradero del misterioso chico del té y su identidad. En pocos días pasó de ser un desconocido total a tener filas enteras de chicas que visitaban su puesto.
Tanto que obtuvo un contrato de modelaje con la compañía Fitin
La tienda de ropa en línea Fitin lo buscó para ofrecerle un contrato como modelo, y al poco tiempo ya tenía su primera campaña de modelaje de ropa masculina; asimismo, se volvió una presencia constante en los medios pakistaníes.
¿Aún dudas del poder de las redes sociales?
La adoración por el “chai wala” es tal que desde que se dio a conocer su historia, varios usuarios de las redes han comentado en son de broma que el chico de los ojos azules ha suavizado la tensa relación entre Pakistán y la India.