¿Te ha pasado que alguna vez soñaste con algo o con alguien y a la mañana siguiente ocurrió exactamente lo mismo que en tu sueño? ¿O quizá mientras vas pensando en alguien te lo topas en la calle? Si te ha sucedido debes saber que existe un término que describe este fenómeno: sincronicidad.
Así le llamó el médico psiquiatra y psicólogo Carl Gustav Jung, quien curiosamente aseguraba haber vivido varias de estas experiencias, además de aquellas que le contaban sus pacientes. El poeta y teórico francés André Bretón, parte del movimiento surrealista, lo designó como “una confluencia inesperada azarosa entre lo que una persona desea y lo que el mundo le ofrece”.
¿En qué consiste?
El concepto hace referencia a dos sucesos que ocurren y se vinculan entre sí por el sentido, pero de manera no casual; es decir, la unión de dos acontecimientos interiores o exteriores de un modo que no se puede explicar, pero cobra sentido para la persona que los vive.
Este tipo de coincidencias sucede muy a menudo y muchas personas pueden llamarlo destino, magia o tal vez un milagro. Cuando ocurren, la persona no puede creer que lo haya soñado o intuido y le otorga un significado muy profundo. Puede pensarse que es una idea o solución atraída por nuestra mente, y nos sorprende lo fácil de alcanzar.
Cuando menos lo imaginas
“Abraza a lo incierto, algunos de los capítulos más bellos en nuestras vidas no tendrán sentido hasta mucho tiempo después”.
Algunos casos documentados de sincronicidad son el de Bobby Leach, quien sobrevivió a la caída de las Cataratas del Niágara, pero de manera irónica murió algunos años después tras resbalar con una cáscara de naranja; o el de una chica que se encontraba tomando tratamiento psicológico y soñó que le regalaban un escarabajo de oro. En el instante en que le contaba su sueño al psicólogo, un golpe se escuchó en la ventana y cuando la abrieron entró volando un insecto al consultorio.
No estás loca, realmente ocurre
Tal vez procures no comentarle a nadie este tipo de experiencias que has experimentado en el pasado por temor a que las personas piensen que estás loca o que lo inventaste, y por eso lo recuerdas como si fuera la magia del universo que parece que va tejiendo tu destino con hilos invisibles.
Muchas civilizaciones, como la china y la hebrea, aseguran que existe algo más allá de lo visible que se produce de acuerdo con tus pensamientos y energía, y conforme a cómo vibras el mundo contesta a su manera, creando circunstancias que te dan la solución a lo que tu mente pide en cada momento.
Deja que pase y no te cierres a las posibilidades
“Las coincidencias son la manera que tiene Dios de permanecer en el anonimato”.
– Albert Einstein
La sincronicidad puede ocurrir cuando menos lo imaginas. Para notarlo debes estar abierta y completamente receptiva, permitiendo que el mundo te sorprenda, así crearás la posibilidad. Existen muchas formas de lograr que ocurra, pero lo más efectivo es que estés más consciente de lo que ocurre a tu alrededor; no te resistas a los cambios y fluye de manera natural. Relájate y observa.