Ser mamá no es tarea sencilla y no existe un manual que pueda ayudarte a resolver todos los conflictos, situaciones o travesuras que vives todos los días con los pequeños.
Pero no te preocupes, no eres la única que sufre por todo esto. La verdad es que entre mamás logramos entendernos. A continuación te mostramos 11 situaciones por las que seguramente has pasado si tienes hijos.
1. Tú sabes cuál es su temperatura
Si el termómetro baja solo un poco, de inmediato le pones una chamarra tras otra, porque tú sabes su temperatura y que se enfermara si no lo proteges. Odiabas cuando tu mamá lo hacía, pero ahora tienes ese chip.
2. Te convertiste en chef
Siempre te esmeras por preparar su comida de la manera más creativa, pero no importa cuánto te esfuerces, jamás tocarán las verduras.
3. Darle las vitaminas es una lucha diaria
Ya compraste las vitaminas en forma de ositos o paletas y aún así, no logras que las tomé, pero es una lucha que no estás dispuesta a perder porque algún día te lo agradecerá.
4. Te suscribiste a todos los canales y grupos de padres
Antes en tus redes sociales solo había memes y videos graciosos, pero desde que te convertiste en mamá solo hay grupos y guías para padres. Tienes que aprender de alguien, ¿no?
5. Eres malabarista excelente
Aprendiste a cambiar pañales, preparar biberones, cambiar al bebé y hasta darle de comer casi al mismo tiempo, eso te convirtió en una excelente malabarista.
6. Eres un mago para esconder los dulces
Siempre le pones restricciones a tu hijo sobre los dulces, pero tú eres el adulto y sí puedes comerlos, aunque primero te tienes que asegurar de que no los vea.
7. Conoces más canciones infantiles que actuales
Ahora tu playlist solo tiene a La gallina pintadita, Plim Plim y, por supuesto, a Cocomelon.
8. Ya todo se trata sobre ellos
Cuando sales con tus amigas es inevitable que hables de tus pequeños todo el tiempo, hasta les enseñas fotos, videos y les cuentas cada logro o travesura que hacen porque ¡son tan tiernos!
9. Te volviste un poco obsesiva con la seguridad
Siempre estás al pendiente de su seguridad, por eso compraste cerrojos especiales y barandillas para las escaleras. Además, no los dejas solos ni un segundo.
10. Eres compradora compulsiva
Pero no compras cosas para ti o la casa, sino una infinidad de ropa, accesorios y todo para tus hijos, porque amas que tengan un estilo único, en ocasiones hasta compras ropa igual para hacer match.