Cualquier chica se muere por tener unos dientes perfectamente alineados, es por eso que un día deciden ir al dentista, y pasar largas horas en su corrección, pero no todo es tan sencillo como parece, una vez dentro de la consulta, el especialista sugiere la peor tortura de todas: los brackets.
Las ligas, la higiene, decirle adiós a ciertos alimentos, el dolor y la molestia son algunas de las situaciones a las que se enfrenta cualquier persona que los usa. Si eres de las chicas que en algún momento de su vida usó brackets comprendes a la perfección lo siguiente.