Cuando terminamos un noviazgo es normal creer que todo es culpa de nuestra personalidad, apariencia o estilo de vida; sin embargo, hay rasgos de la condición mental que influyen en esos fracasos amorosos. El tipo de inteligencia es una característica que juega un papel importante en ello.
Un ejemplo fácil de esa incompatibilidad es cuando una persona siente atracción por otra, pero al momento de entablar una plática, y mirarse de cerca, la convivencia no fluye y pasa sin darnos cuenta… el interés se escapa. Esos problemas para conectar son más comunes de lo que pensamos, así que esta guía nos ayuda a descubrir qué clase de habilidades mentales tenemos, cómo sacarles provecho y detectar cuándo se vuelven un obstáculo dentro de nuestras relaciones interpersonales.
1. Inteligencia lingüística
Se considera una de las más importantes, además, utiliza ambos hemisferios. Este tipo de inteligencia se relaciona con los escritores y personas con “facilidad de palabra”.
Para ellos es más difícil relacionarse con personas introvertidas, en su lugar prefieren una convivencia en la que el intercambio de palabras sea el conducto principal, dejando a un lado las “miraditas” u otro tipo de comunicación no verbal; rara vez encontrarán atractiva a una persona callada.
2. Inteligencia musical
Se les identifica como personas con “buen oído”, pero no necesariamente se dedican siempre a la música. Suelen medir el tiempo en ritmo y melodías, y tienen una facilidad para identificar estados emocionales o ideas a través de la música.
Aunque este tipo de inteligencia está relacionado con la lógica matemática, no siempre son compatibles con gente que se inclina al mundo de los números. Su ventaja mental en el área musical hace que prefieran más a personas que se desarrollan en ámbitos creativos.
3. Inteligencia espacial
Son amantes de la ingeniería, escultura, arquitectura, diseño y decoración, entre otras. Su forma de expresión la encuentran en el acomodo y aprovechamiento de los espacios, por lo que diseñar o crear con sus manos es el método de comunicación que dominan, a diferencia de cuando usan palabras.
Un obstáculo en este tipo de inteligencia surge cuando les frustra sentirse incomprendidos por su familia y amigos, ya que les duele que no respeten su búsqueda creativa.
4. Inteligencia corporal
Poseen habilidades superiores para dominar su cuerpo, desde el espacio que ocupan hasta dirigir sus extremidades con la fuerza y dirección correctas. También se le conoce como inteligencia cinestésica o kinestésica, y es la que más usan los atletas, bailarines, artesanos y hasta cirujanos.
Se les relaciona con la melodía y el ritmo, por lo que encuentran mayor compatibilidad con músicos, que con gente de otro tipo de inteligencia, como la lingüística, por ejemplo.
5. Inteligencia emocional
Saben manejar de forma apropiada todo tipo de problemas, atendiéndolos de manera objetiva y sin dejarse llevar por sus sentimientos o emociones. Son personas muy leales a lo justo y correcto, pues saben mantenerse en el lado “neutro” de la situación.
Por lo mismo que separan sus ideas propias de los conflictos que enfrentan, pueden parecer algo duros y poco empáticos, y esa imagen puede llegar a alejar a personas sensibles que tomen su objetividad como un ataque directo.
6. Inteligencia intrapersonal
Viven dentro de su cabeza: analizan la imagen que tienen de ellos mismos y desarrollan una idea objetiva de sus cualidades y defectos. Casi nunca tienen sueños alejados de la realidad y viven más centrados, pues saben perfectamente qué tan lejos pueden llegar y cómo lograrlo.
Al vivir en un estado de introversión, se enfrascan en cuestionar si su comportamiento es lógico o irracional; suelen llegar a ser muy autocríticos cuando están en una relación, por lo que pueden experimentar ansiedad y problemas para abrirse con otras personas.
7. Inteligencia interpersonal
La empatía es casi su sexto sentido: comprenden los pensamientos y sentimientos de otros. Tienen la habilidad de resolver problemas entre un grupo tomando el papel de intermediario y dentro de su familia suelen ser el “pegamento” que une a los integrantes, a pesar de las diferencias entre ellos.
Sus dones empáticos pueden ser un arma de doble filo, ya que aunque a toda pareja le gusta que el otro entienda sus emociones, cuando se abusa de esa cualidad las personas con inteligencia interpersonal puede dejar de preocuparse por ellos mismos con el fin de resolver los problemas ajenos.