¿Qué pasaría si varias mujeres usaran el mismo vestido?, ¿quién se vería mejor? Danielle Reeder reunió a 11 fotógrafos para descubrir la respuesta a esta interrogante.
Con el proyecto The Travelling Dress Collective, Reeder les dio un vestido a diferentes mujeres para que modelaran con él en estudios fotográficos, la playa, un parque y otros escenarios. Los fotógrafos se aseguraron de que cada imagen contara una historia distinta, pero siempre con el mismo protagonista: el vestido. Aunque para muchas es aterrador que otra chica aparezca usando una prenda similar, tenemos que abrir la mente y aceptar que nos vemos diferentes.
Este fue el vestido elegido
Cada fotógrafo tuvo cinco días para desarrollar su historia antes de enviarle el vestido a la siguiente. Reeder inició con la tarea:
No había reglas, salvo no mojarlo porque es delicado. Ha sido genial ver todas las imágenes juntas, cada una es única en su visión y estilo.
Danielle Reeder
Me enamoré del vestido en cuanto lo vi. Tenía planeado usarlo con tiempo, pero a veces las cosas no resultan como lo esperas, a veces ¡es mucho mejor! Planeaba hacer la sesión en el interior, pero nos divertimos explorando la locación y los alrededores que encajaban con el vestido.
Gary Hill
Tuve que involucrarme con la idea de Danielle. Otros fotógrafos buscaron locaciones, pero yo supe que tenía que hacerlo en un estudio junto a la modelo Simone Stocks. Un diseñador y un maquillista me ayudaron a elegir su peinado y maquillaje, y en 15 minutos estuvieron listos. Sencillo, efectivo… al final fueron maravillosos.
Sophia Benham
Mi modelo es Tara Holland, una chica de 16 años. Me pareció apropiada para posar con el vestido mientras usaba sus zapatos de bailarina de ballet. Fuimos a Square Tower, en Portsmouth, porque las paredes color arena combinaban muy bien con el vestido.
Francesca Low
El vestido me recordaba un estilo de los años 20, como el Gatsby, pero con un toque chic y bohemio; esto me dio la idea para saber cómo quería retratarlo. Pensé hacer la sesión en un campo abierto, con mucha luz, libertad y amor, así que corrí al bosque más cercano.
Rebecca Challis
Recibí el vestido justo antes de pasar un fin de semana con unos amigos en la playa. Mi amiga Paula se ofreció como modelo. La luz y el horizonte se veían precisos.
Elora Viano
Planee la sesión con una madre que aún amamantara a su hijo, sin importar la edad, para mostrar lo bello que es amamantar, y sin que importe el atuendo.
Lauren Shepherd
Cuando lo vi supe que teníamos que ir a la playa y así lo hicimos. Llegamos justo antes del anochecer y, aunque hacía frío, nos quedó muy bien.
Jo Haycock
Decidí que el vestido iba a venir físicamente conmigo a donde fuera. Me lo puse yo, se lo puso una amiga y se lo puso mi hija de 12 años.
Ashleigh Shea
Decidí que la modelo sería mi hija de 13 años, como una sesión de fotos antes de que cumpliera los 14. Aunque no hubo ni peinado ni maquillaje, nos divertimos y quedó muy natural.
Chantal Storrs-Barbor
Quería que la sesión tuviera un espacio de los setenta. Usé un led para iluminar a la modelo y bombillas para darle profundidad a la imagen.
Andrea Bradley
Me atreví a usarlo yo misma y a posar también. Mi campo son las fotos con bebés, así que no me sentía tan cómoda frente a la cámara. Añadí luces, colores y humo; ah sí, usé un control remoto para tomar las fotos.