Candy, Candy, el manga con más de 40 años, logró cautivar al público de varias generaciones por su historia, personajes y espíritu melodramático. La caricatura fue transmitida en países como Italia, Francia, Canadá, Indonesia, Corea del Sur, México y Argentina, en éste último, se realizó el doblaje de las voces en su versión para Latinoamérica.
Este anime logró que varios momentos quedaran grabados en nuestras mentes: la muerte de Anthony, el primer encuentro entre Candy y el Príncipe de la Colina, el beso de Terry y Candy en Escocia, la valentía de Albert al salvar a Candy, el capricho de Neil por Candy y el final, ese que nos conmocionó porque al amor no triunfó. A pesar de todas las tristezas, tragedias y alegrías, existen 10 razones -que ahora entendemos- que hicieron que nos olvidáramos del mundo en esos escasos 30 minutos que duraba cada capítulo, y ahora queremos compartirlas contigo.
1. Candy era un cúmulo de alegría
No importaba que Neil y Eliza la maltrataran, que Anthony estuviera muerto, que Albert hubiera perdido la memoria o que Terry la dejara por Susana… Candy siempre sonreía, irradiaba felicidad.
2. Una fuerza de voluntad sobrehumana
Todas conocimos las tragedias y tristezas de esa niña rubia, pero ¿se dan cuenta que de cada terrible momento en el que estuvo envuelta, siempre se sobreponía? Su fuerza de voluntad era tan grande que salía con la frente en alto.
3. Era la versión femenina de Dorian Grey
Todas las mujeres -no lo nieguen- soñamos con no envejecer o al menos con disfrutar de nuestra madurez de forma privilegiada. Candy era un ejemplo de eso que anhelamos; el desarrollo de su cuerpo fue apenas perceptible.
4. El ejemplo perfecto de sacrificio
Ni para dónde hacerse: Candy es la chica que deja que su gran amor vaya a lado de una mujer que no ama, pero a la que debe la vida y, para rematarlo, le insiste a Susana que no abandone a Terry. Yo sí la andaba haciendo santa.
5. La heroína discreta
Candy era la de gran corazón, la que pensaba en todos antes que en ella, la que sufre y calla para no llamar la atención… pero el resultado fue totalmente opuesto: terminó siendo una persona tan carismática que todo mundo la adoraba.
6. El toque infantil
El detalle peculiar fue el toque infantil que conservó Candy a lo largo de la serie, a pesar del alto nivel dramático de la misma: por cada travesura o error cometido, guiñaba un ojo y sacaba la lengua, o cuando se enojaba con alguien también sacaba la lengua y mostraba su rostro de enfado.
7. Ruda y cursi
Su lado romántico no estaba peleado con el rudo, por lo que no dudaba en soltar uno que otro golpe cuando se encontraba con alguna injusticia, o en defender a personas que incluso le desagradaban.
8. Un espíritu libre
Aunque vimos a Candy pasando por varios hogares, la realidad es que siempre fue de espíritu libre: amaba la naturaleza, buscaba correr y respirar aire fresco, no observaba las reglas tan fácilmente y, hasta cierto punto, valoraba andar por el mundo.
9. Una chica que rompió prejuicios
Podrían ser varios los ejemplos, pero uno de los más notorios es que la tía Elroy consideraba una vergüenza que Candy, siendo una Ardley, trabajara de enfermera, situación que no le importó a nuestra protagonista y demostró su vocación de servicio.
10. Las frases inspiradoras
Casi todos los personajes nos regalaron frases que probablemente compartiríamos en Facebook si hubiera existido la plataforma años atrás. Cómo olvidar lo que el Príncipe de la Colina le dice a Candy y que es lo mismo que Anthony le dice cuando la ve por primera vez:
“Eres más bonita cuando ríes que cuando lloras”.
O lo que el señor Leagan le dice a su esposa:
“Candy tiene algo de lo que nosotros carecemos: encanto”.
¿Crees que existan más razones para amar a Candy Candy?