Si introduces en Google la pregunta “¿Por qué me cuesta tanto hacer ejercicio?” recibirás más de 28 millones de posibles respuestas. Cada vez que nos enfrentamos a las tediosas actividades físicas, las excusas aparecen: “estoy demasiado ocupada”, “estoy cansada”, “no tengo tiempo”… etcétera.
Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de la Columbia Británica (UBC) sugiere que la razón principal por la que nos oponemos ir al gimnasio no está en la falta de motivación, tiempo o energía. ¡El culpable es nuestro cerebro!
Pese a todos los consejos y la extensa información sobre los beneficios de tener una vida activa, hay algo en nosotras que se empeña en mantener una vida sedentaria. ¿Por qué? La respuesta parece haberla encontrado un estudio de la UBC, en Canadá, en conjunto con la Universidad de Ginebra, en Suiza.
Los científicos descubrieron que el principal obstáculo para mover el cuerpo está en nuestro cerebro. Por ello no es una sorpresa que la Organización Mundial de la Salud haya publicado un informe en febrero de este año en el que afirma que el 80 por ciento de la población adolescente no tiene suficiente actividad física, lo que conlleva al sobrepeso, problemas cardiovasculares, cáncer y diabetes.
Entonces surge una contradicción entre saber lo que es bueno para nuestro cuerpo y no hacer nada al respecto. A esto los científicos le llamaron paradoja del ejercicio, ya que pese a los beneficios que brinda la actividad física el cerebro tiene una atracción automática al descanso y sedentarismo.
Así que deja de culpar a tu falta de tiempo, dinero, trabajo o escuela; la verdadera razón por la que no vas al gym se encuentra en tu cerebro y lo mejor que puedes hacer para revertirlo es un cambio de hábitos que te motiven a estar bien contigo misma.