Un vestido de novia es una alta inversión y únicamente se utiliza una vez el día en el que una pareja se da el sí en el altar, pero una mujer decidió sacarle provecho y hacerlo parte de su outfit.
Tammy Hall pagó mil 212 dólares por el vestido que usó en su boda con Karen Frost, por lo que quiso no dejarlo guardado y usarlo las veces que pudiera.
Difícil decisión
Tammy y Karen llevan un estilo de vida sustentable; son una pareja preocupada por la naturaleza y la pobreza mundial. Tammy compartió que días antes de la boda, no pudo dejar de pensar en un viaje que realizó a la India, donde prometió que no compraría ni zapatos ni ropa durante un año:
Me enfrenté al dilema de si se justificaba o no gastar tanto en un vestido que usaría solo por unas horas, después de todo un año de mantener una vida sustentable.
Vestido multiusos
Luego de darle muchas vueltas al asunto, Tammy decidió que por ser su día especial compraría el vestido de novia; la celebración pasó, pero el vestido se convirtió en parte de su guardarropa:
Cada quien su vida, pero para mí esta es la forma más ética de justificar un vestido de boda. Ahora todo parece desechable, pero este vestido y estos recuerdos serán para siempre.