Comenzamos un nuevo año con noticias muy curiosas, pues el día de ayer se anunció que Winnie Pooh ya no le pertenece a Disney. Así es, el adorable osito entró al dominio público después de pasar casi 100 años protegido por las leyes estadounidenses de propiedad intelectual.
Esto tiene implicaciones muy importantes, pero las cosas no son tan sencillas como pudiéramos pensar, pues ¿cuándo son sencillas las leyes?
El dominio público y la propiedad intelectual
Las leyes de protección de propiedad intelectual varían dependiendo del país. Por ejemplo, en Estados Unidos, las obras están protegidas por 95 años, mientras que en México, la protección es de 100 años. Una vez pasado este tiempo, las obras entran al domino público, es decir, que cualquiera puede hacer uso de ellas sin tener que pagar cuotas legales a ninguna empresa, ya que ya no le pertenecen a una compañía particular.
Cuando las obras cumplen 95 años de haberse publicado, se pueden compartir legalmente, sin permiso ni tarifa.
Entonces, técnicamente cualquier persona puede publicar historias, libros, pinturas, etc. que contengan al personaje de Winnie Pooh sin infringir las leyes de copyright. Pero, ojo, el caso de nuestro osito favorito es muy peculiar, ya que la imagen que conocemos y amamos – el osito amarillo con su playera roja – sí le pertenece a Disney.
Entonces, ¿qué se puede hacer con Winnie Pooh?
Lo que entró al dominio público son los personajes y la historia que A. A. Milne publicó en 1926. Sin embargo, algunos personajes, como Tigger y Topo, aún no son libres para usarse, ya que Tigger fue introducido a las historias hasta 1928 y Topo es una invención original de Disney.
Si una persona quiere incorporar a Winnie Pooh en una historia original que planee publicar, lo puede hacer sin problema alguno. Además, se pueden hacer películas, series, cuentos, etc., en los que aparezca el personaje, claro, con una imagen distinta a la que ya conocemos o basados en la historia de A. A. Milne.
Otras obras que entraron al dominio público
Winnie Pooh no es la única obra que perdió Disney este año, pues la historia de Bambi, el adorable ciervo, también entró al dominio público. Las condiciones son las mismas que en el caso de Winnie Pooh, ya que la imagen y las adaptaciones de Bambi que conocemos siguen siendo propiedad de Disney.
Una cuestión muy interesante es que, poco a poco, todas estas obras tan famosas y redituables van a entrar al dominio público. Por ejemplo, Mickey Mouse, la imagen por excelencia de Disney, dejará de pertenecerles en 2024. Curiosamente, Disney iba a perder los derechos del ratoncito cuando se cumplieron 75 años, pero la compañía logró obtener 20 años más.