Amaia Montero, de 46 años, mejor conocida por ser la exvocalista de La Oreja de Van Gogh, causó revuelo en las redes hace algunos días al confirmar públicamente a través de su cuenta de Instagram que lanzaría un nuevo single. Aunque el proyecto todavía no tiene título ni fecha de lanzamiento, la cantante subió un pequeño adelanto donde entona la siguiente letra:
Intentarnos cambiar es arder bajo el mar o el final de un mal cuento… No nos vimos venir. No supimos parar… como dos rompehielos…
A raíz del comunicado, los fanáticos no tardaron en reaccionar emocionados, pues el último trabajo de la artista data del 2018. Desde entonces, Amaia no ha perdido notoriedad. Sin embargo, la razón por la que causó polémica recientemente no es por el avance de su carrera en solitario, sino que la intérprete confundió y preocupó a sus seguidores en las redes por una publicación desconcertante.
La artista, de Irún, España, compartió en su cuenta de Instagram dos fotos idénticas en blanco y negro de su rostro. En estas se le puede ver sin ninguna gota de maquillaje, despeinada y con una expresión completamente seria. Ambas publicaciones fueron compartidas sin ningún comentario o explicación, pero la española respondió con mensajes ambiguos a algunos de sus seguidores; el más extraño fue el siguiente:
Si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido, ¿de qué me sirve la vida?
Unas horas después de compartir las fotografías, también posteó el audio de la canción: La boca del lobo, escrita e interpretada por ella, de nuevo, sin ningún comentario, por lo que sus fanáticos dejaron comentarios de apoyo al asumir que Montero se sentía desanimada.
Qué letra… Muy autobiográfica. ¡Si te empujan al vacío, aprendes a planear! ¡Creo que aplica mucho para este momento, bella! Te mando mucha fuerza y amor. Gracias por levantarme en mis peores momentos. Ahora nos toca a nosotros con vos.
No es la primera vez que la cantante desata preocupación sobre su estado de salud físico y mental, ya que en 2020 se ausentó de las redes tras confesar que se sentía muy presionada con los comentarios de seguidores y de los medios de comunicación, quienes no dejaban de opinar sobre su peso y su calidad como artista.