El amor no siempre significa dejarlo todo para satisfacer a tu pareja; el amor se trata de respeto, confianza y, sobre todo, aceptación. Sin embargo, algunas personas no conocen realmente su significado y se sumergen en relaciones destructivas que puede llevarlas hasta la muerte. Un claro ejemplo de esta situación es la que vivió la cantante Amy Winehouse.
Su voz enigmática la hará ser una de las estrellas del soul más grandes que nos ha dado el mundo, aunque ella jamás deseó realmente la fama. Amy era una chica que buscaba el amor verdadero, lamentablemente no tenía suficiente amor propio, estaba cegada por la idea de un hombre que la protegiera. Debido a esto, no solo terminó con su vida de una forma drástica sino que nos dejó un gran vacío. Esta serie de fotografías nos hará recordar que el amor también nos puede matar.
Un hombre la llevó a la perdición
Amy era una mujer que vivía encantada con la idea de tener a un hombre que la protegiera y fuera su compañero de vida. Fue entonces que en 2004 conoció a un asistente de producción de video llamado Blake Fiedler, a quien hoy el mundo culpa por su adición a las drogas y el alcohol.
Black to black
Un año después de mantener una relación con la cantante, Blake la abandonó. Winehouse estaba devastada y fue cuando su primera adicción comenzó. Se hizo adicta a las pastillas para la depresión e inició a tener trastornos alimenticios. Aunque la tristeza le dio su mejor inspiración y fue cuando compuso el sencillo Black to Black, que se convirtió en uno de sus más grandes éxitos, para ella fue la forma de expresar lo derrotada que se sentía.
La historia comienza de nuevo
La carrera de Amy iba en aumento cada vez más, se estaba convirtiendo en una cantante mundialmente reconocida, pero el hombre que la había lastimado en el pasado decidió aparecer de nuevo. En 2007, Blake y Amy retomaron su relación donde se había quedado e incluso dieron un paso más: el matrimonio. Ahí es donde comenzarían las tragedias de la artista.
Un amor tormentoso
Ninguno de los dos estaba mentalmente preparado para lidiar con el otro. Su relación era enfermiza, dependiente, desequilibrada y muy destructiva. La suma de todo esto los llevó a vivir un amor intenso que los hundió. Una de las ocasiones discutieron tan fuerte que perdieron el control y comenzaron a quebrar botellas y los vidrios se encajaron en la cara de Blake.
Las drogas la hicieron cancelar conciertos
La destrucción constante de ambos y las adicciones que compartían hicieron que la diva del soul cancelara sus conciertos debido al exceso de drogas que se encontraban en su cuerpo. Otro de los motivos para decirle adiós a su público fueron las constantes visitas que Amy a la prisión donde Blake se encontraba, incluso durante una entrevista llegó a admitir su error: “me enamoré de alguien y eso no me hizo nada bien”.
Blake era un imán que atraía a Amy
Cualquier persona normal piensa que la mejor opción es alejarse de las personas que lastiman, pero Amy era diferente. Ella sentía que existía una fuerza inexplicable que la hacía unirse a Blake una y otra vez. Winehouse intentaba con todo su coraje y autoestima alejarse de ese hombre que tantas veces le rompió el corazón, pero de nuevo volvía a sus brazos para intentar sanar juntos… y el resultado siempre era el mismo.
Una historia de amor sin final feliz
Su amor no fue como ella lo había imaginado. Estaba ilusionada y enamorada y jamás pensó que su relación la llevaría un abismo profundo. Amy intentó rehabilitarse, pero su vida jamás volvió a ser igual y un día finalmente su adicción y la depresión por un hombre la llevaron a la muerte, recordándonos que el amor no es como en el cuento: el amor también es letal y un juego perdido.