El camino por el que la población femenina ha transitado con rumbo a obtener equidad y respeto de su contraparte masculina ha sido, indudablemente, uno largo y agotador. Aun así, recorrerlo fue necesario para encontrarnos en donde estamos actualmente, por lo que sentirnos orgullosas de todos estos logros es lo menos que podemos hacer para celebrar la fuerza de nuestro género.
Es por eso que noticias como la siguiente hacen que nuestro corazón se llene de alegría, pues es importante reconocer cuando las famosas ayudan a romper estereotipos e ideologías anticuadas. Así fue el caso de Jennifer Lawrence, quien hace una década se consagraba como una de las mejores protagonistas de películas de acción adolescente, interpretando a la valiente Katniss Everdeen para la saga de Los juegos del hambre.
El impacto de su presencia en un papel que comúnmente portaban los hombres fue una bocanada de aire fresco, ya que considerando que la primera cinta estrenó en el 2012, ver a una mujer siendo la encargada de salvar el día no era para nada común. Por esta razón, en una entrevista para Variety, Jennifer le hizo saber a Viola Davis que entendía que cargaba con una gran responsabilidad.
Sin embargo, Lawrence no esperaba que su talento y grandes dotes artísticos pasaran a segundo plano y que el tema central de su interpretación fuera nada más y nada menos que su peso. En la actualidad esta situación sería inaceptable, pero para aquel entonces, la protagonista de ¡Madre! tuvo que ponerse muy firme y atenerse a las consecuencias de negarse a perder peso para una película.
Junto con el hecho de que yo era joven y estaba creciendo y no podía ponerme a dieta, no sabía si quería que todas las niñas que se iban a disfrazar de Katniss sintieran que no podían hacerlo porque no tenían cierto peso. Y no podía dejar que eso penetrara en mi mente tampoco.
Años antes, en una entrevista para Elle, la ganadora del Óscar confesó que nunca se mataría de hambre por ningún papel, lo que considerando la época, fue una decisión muy arriesgada. Es importante mencionar que también actrices como Kate Winslet, Florence Pugh y Sophie Turner han denunciado lo humillantes que los castings y la industria del cine en general pueden ser, pues las actrices son vistas más como pedazos de carne que como profesionales.
Es por esto que la decisión de Jennifer Lawrence es de aplaudirse, ya que posturas como la de ella permitieron que actualmente haya más diversidad en la pantalla grande.