Sí existe algo que no se puede debatir es que Kim Kardashian, al igual que sus hermanas, ha tenido una evolución de estilo completamente drástica. Desde que Kim empezó a salir con Kanye West en 2012, el rapero se encargó de hacer una limpieza exhaustiva en el armario de la socialité; se deshizo de la ropa vieja y comenzó a remplazarla por prendas más reveladoras, ceñidas al cuerpo y que resaltaran su figura. Y así fue como Kim le dijo hola a los diseñadores como Givenchy, Gucci, Céline y Azzedine Alaïa.
Lo interesante, es que Kim comenzó a sentirse inspirada por la moda y ahora no hay quién se le compare al momento de lucir desde un vestido, hasta unos pantalones de alta costura. Aunque algunos de sus looks son algo escandalosos, Kardashian domina a la perfección el arte de vestir e imponer modas. Gracias al estilo que ha creado desde que tenía desde que era pequeña, celebramos su cumpleaños número 37 recordando su grandiosa evolución en el mundo de la moda.