Para muchas personas, pertenecer a las fuerzas armadas de su país es un honor con el que han soñado desde pequeños. Muchos de ellos proceden de familias con una amplia historia de guerreros, por lo que se vuelve una cuestión de dignidad arriesgar la vida por su país.
Kirstie Ennis, de 26 años, es una exmarina de los Estados Unidos que participó en la guerra con Afganistán y resultó gravemente herida después de que el helicóptero en el que viajaba se estrellara durante el 2012. En el accidente, la chica perdió la mandíbula, la mitad de su pierna y tuvo daño cerebral. Gracias a su persistencia y la ayuda de los doctores, se recuperó poco a poco.
Una mujer que vivió una terrible tragedia
Después de haber servido durante seis años al ejercito estadounidense, Kirstie es hoy en día una deportista incansable y lista para buscar un lugar en el medallero de las Olimpiadas Paralímpicas en 2018. Además, es reconocida por su desempeño durante la caminata de 41 días por la Gran Bretaña, creada para juntar fondos para los heridos en batalla, al lado del príncipe Harry durante el 2015.
Durante el recorrido, la joven deportista creo lazos entrañables con el príncipe, compartiendo momentos muy emotivos, como cuando ella decidió dejar a lo largo del camino las placas de identificación de sus amigos caídos en la batalla.
Todo fue por una buena causa
Uno de los momentos que más recuerda fue cuando el príncipe le pidió permiso de dejar una de las placas en un castillo en Shropshire: él se levantó durante el almuerzo y la dejo en un monumento que encontraron cerca, luego recitó un poema.
En una entrevista, la chica contó lo que ocurrió durante la tragedia por la cual se ha sometido a más de 40 operaciones para reconstruir su cuerpo:
Aún no sabemos que fue lo que ocurrió, pero perdimos el control y comenzamos la caída libre a más de 46 metros por segundo. Al estrellarnos, recuerdo que pensé que iba a morir, tenía mucho frío. La parte trasera de mi rifle destruyó mi mandíbula. Recuerdo haber abierto mis ojos y lo único que escuchaba eran gritos. No podía respirar por toda la sangre que tenía en mi boca y la nariz. Podía sentir cómo mis dientes se desmoronaban dentro de mi boca. Habíamos recogido a un médico durante la misión y él se quedó a mi lado y me dijo que no cerrara los ojos o me iría. Le debo tanto, y no pude pestañear ni una sola vez hasta que llegamos al campamento.
Harry es una persona sensible
Sin embargo, después de su milagrosa recuperación, formó parte de una media docena de personas heridas en batalla que contribuyeron para recaudar fondos, a pesar de que no podía caminar por más de un kilómetro antes de comenzar a sentir un terrible dolor.
Durante el tiempo en el que convivieron, el príncipe y Kirstie se convirtieron en grandes amigos, él incluso la considera una heroína por no dejarse vencer durante la adversidad y le pidió que le contara toda su historia. Ella lo considera una persona comprometida con ayudar a los veteranos y heridos de guerra.
Charlaron todo el tiempo
También tuvieron tiempo para hablar sobre su pasión por los aviones y ella le preguntó cuándo decidió convertirse en soldado. La respuesta de Harry sorprendió a la joven, pues él también había soñado desde niño con entrar al ejercito y era algo muy importante para él.
Kirstie piensa que el príncipe es una persona con la que se puede conversar fácilmente y además pudo llevarse bien con el resto del grupo, además es una persona muy amable, en especial con los niños.
El príncipe es un gran ser humano
También contó una anécdota sobre como el hermano menor del príncipe Guillermo se quejó de un dolor de rodillas después de caminar por más de 20 kilómetros, pero todos los presentes se burlaron de él. Caminar tanto por un día puede ser un gran reto, pero tener a Harry a su lado los animó bastante.
Lista para la siguiente batalla
Actualmente, Kirstie sabe que su cuerpo es completamente diferente del que tenía al nacer, pero agradece el esfuerzo y el trabajo de los médicos que la ayudaron durante su recuperación. Durante mucho tiempo evitó sonreír, pues le faltaba la mitad de mandíbula y no tenía dientes, y era un constante recordatorio de lo que le había sucedido, pero gracias a todo lo que ha vivido, hoy es una mujer fuerte que lucha por ser mejor cada día y cumplir nuevos retos.