El pasado 9 de junio se llevó a cabo la boda de ensueño de Britney Spears. A pesar de que comenzó con el pequeño percance de que su exesposo se infiltró en su casa y fue arrestado, el resto fue pura celebración y diversión por su enlace matrimonial.
Sin embargo, parece ser que la “princesa del pop” ha aprendido de sus errores del pasado, por lo que recientemente se dio a conocer que antes de su boda, firmó un acuerdo prenupcial con Sam Asghari para proteger su fortuna en caso de que las cosas no salgan bien en el futuro.
Desde que Britney se comprometió en septiembre del 2021, el abogado de la cantante, Mathew Rosengart, comenzó a trabajar en un documento que dejara en claro las condiciones del matrimonio y que estipulara la forma en que se dividirán los bienes en caso de una ruptura.
Fuentes cercanas a la pareja aseguraron que antes de casarse, el iraní bromeó con el tema, asegurando que para él era importante firmar dicho acuerdo, con el fin de proteger su Jeep y su colección de zapatos, pero la intérprete de Toxic protegió su fortuna y detalló que Asghari no recibirá ni un peso de su fortuna en caso de divorcio.
El documento prenupcial que blinda la fortuna de la intérprete de Baby One More Time estipula que el entrenador personal de 28 años no recibirá ni un solo dólar del dinero que Britney ha ganado hasta el momento, que tiene una suma valuada en 60 millones de dólares, que puede incrementarse en el futuro.
Este acuerdo legal firmado de mutuo acuerdo le da un poco de tranquilidad a la cantante, ya que en su matrimonio con Kevin Federline, en 2004, a pesar de que también había un documento prenupcial, tras su divorcio, ella terminó pagando 300 mil dólares por cada tres años de compromiso.
Aunque por el momento todo es miel y dulzura tras su reciente matrimonio, nunca está de más dejar en claro los temas de la economía, sobre todo en el caso de Britney, quien tiene una gran fortuna y muy malas experiencias con sus exes.