Hace más de 90 años nació la empresa Disney y desde entonces ha deleitado a las familias de todo el mundo con sus películas, programas y personajes. Si algo caracteriza a esta fábrica de sueños, es su constante evolución, su adaptación al entorno y a la situación ideológica.
Un ejemplo de ello es el cambio que hemos percibido en las princesas: comenzamos hace 80 años con Blanca Nieves y un poco después con la Bella Durmiente, ambas hermosas chicas que esperan al Príncipe Encantador; pero en 1990 las princesas se cansaron de ser rescatadas e iniciaron una etapa en la que se convirtieron en heroínas. Checa estos ejemplos:
Merida, la princesa valiente
Para seguir con los ejemplos de princesas que se han adaptado al contexto histórico está Merida, la princesa pelirroja de Brave que busca una igualdad de género para poder explotar su pasión por el arco y la flecha, se niega a casarse con un desconocido porque lo que busca es autonomía. Esta película fue lanzada en el 2012 pero hace 60 años no hubiera sido bien vista. La historia fue creada para esta generación de mujeres que están más interesadas en crecer y lograr algo por sí mismas que en casarse y dedicarse 100 por ciento a ser amas de casa.
Frozen: Elsa, la princesa independiente
En esta película podemos ver a las princesas Elsa y Anna. Mientras que la segunda tiene una personalidad más dulce y similar a la de las otras chicas de Disney. Elsa es más autosuficiente, es por eso que la comunidad homosexual ha lanzado una campaña en Twitter con un hashtag que dice #GiveElsaAGrilfriend, o denle a Elsa una novia, pidiendo a Disney que la amada princesa sea lesbiana para la secuela de esta animación.
Las políticas de Disney
Originalmente Disney fue conocida por ser una productora que promovía los valores familiares tradicionales, por lo tanto, una película para niños no parece un lugar adecuado para tratar acerca de temas sexuales. Pero en cada película de princesas o superhéroes hay relaciones, mamás, papás, tíos, tías, príncipes y princesas, que marcan el estándar de amor romántico. Esta empresa ha evolucionado y refleja el cambio de las normas sociales incluyendo personajes de distintas etnias en sus personajes, por lo tanto, ¿sería lógico pensar que el siguiente paso es crear un héroe con dos padres o darle una novia a una princesa?
Es momento de dar un giro
Los fans argumentan en Twitter que hubiera sido de gran ayuda tener algún personaje gay en la películas cuando eran pequeños, porque quizá eso hubiera hecho más sensible a la sociedad. Por otra parte, estudios sugieren que ver un personaje homosexual en el entretenimiento popular podría disminuir los prejuicios hacia ese grupo de personas, así lo afirma Edward Schiappa, profesor de Estudios de Medios Comparativos del Instituto de Tecnología de Massachusetts:
No hay duda de que para los niños, ver a personajes homosexuales retratados positivamente podría tener un efecto significativo que contribuya a aprender sobre el mundo.
¿Y Disney? ¿Cuáles son sus declaraciones?
Algunos grupos de padres creen que incluir personajes homosexuales es inaceptable ya que pueden contribuir negativamente a la percepción y desarrollo de los niños, otros grupos piensan lo contrario. Afortunadamente esta es la postura de Disney:
Siempre hemos sido inclusivos, con historias que reflejen la aceptación y la tolerancia, celebramos la diferencias que nos hacen únicos y maravillosos en nuestra propia forma de ser… Disney está comprometido con seguir creando personajes accesibles y relacionados con todos los niños.
Entonces…
Por el momento no hay ninguna declaración oficial de parte de Thomas O. Staggs, director de operaciones de la empresa. Se está especulando que Elsa podría tener una novia en la entrega de Frozen en el 2018 o que Moana podría ser la elegida, pero no hay nada confirmado. Aun así, hay un avance en la lucha por la equidad en la película de Zootopia donde puedes observar una pareja de antílopes gay y en un capítulo de una serie animada llamada Good Luck Charlie, el personaje principal tiene dos madres. Por el momento habrá que esperar un poco más por una princesa homosexual.