La nueva sensación de Netflix, Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer, nos ha dado mucho que reflexionar y hasta nos ha hecho investigar detalles que nos menciona la serie. Si alguna de ustedes se ha preguntado qué pasó con la familia de este temido asesino serial y con la víctima que sobrevivió, aquí les respondemos esta duda.
Recordemos que Jeffrey Dahmer es considerado uno de los asesinos en serie más sanguinarios del siglo XX y también se le conoce como el “Carnicero de Milwaukee”, pues llegó a matar a 17 jóvenes y niños entre 1978 y 1991. Por si esto no fuera poco, conservó algunas partes de sus cadáveres e incluso cometió actos de canibalismo. Al ser capturado en 1991 y condenado a 16 cadenas perpetuas, su historia ha sido contada en múltiples ocasiones durante décadas y las dudas sobre su familia también han sido constantes.
Lionel Dahmer y Joyce Annette Flint fueron los padres del “Carnicero de Milwaukee”. Actualmente, Lionel reside en Ohio, tiene 86 años y en el 2020 decidió alejarse de la vida pública después de que por muchos años mostrara su opinión sobre los crímenes de Jeffrey. En 1994, a unos meses de que su hijo fuera asesinado, publicó un libro titulado La historia de un padre, donde describe cómo le afectaron los delitos de este y profundiza en la relación que tenía con él.
En su libro, Lionel sugiere que los medicamentos que tomaba su esposa durante el embarazo podrían haber afectado negativamente al cerebro del bebé. Además, cuestiona si la timidez de Jeffrey cuando era niño fue una señal de sus tendencias asesinas que no supo ver. Aunado a esto, el padre se culpa de no haberle dado la atención emocional que seguramente requería.
Durante la estadía de Jeffrey en prisión, cuando su padre lo visitaba, que, por cierto, eran visitas constantes, siempre comenzaban con un abrazo. Posiblemente trató de disfrutar el corto tiempo en el que podía estar con su hijo.
Por otra parte, Joyce, la madre de Jeffrey, murió en el 2000 a causa de un agresivo cáncer de mama. Según ella, nunca hubo señales de advertencia y describió a su hijo como “un niño normal”. Poco antes de morir, quería que el cerebro de su hijo fuera donado a la ciencia para que se investigara si había alguna causa fisicoquímica detrás del carácter brutal del caníbal. Sin embargo, Lionel optó por la cremación.
Se tiene entendido por algunos de sus testimonios que nunca superó el historial criminal de su hijo e incluso trató de suicidarse meses antes de que este fuera asesinado, pues en cierta ocasión encendió el horno de gas y dejó la puerta abierta. Además, dejó una nota en la que se pudo leer su amor de madre incondicional y, entre líneas, era evidente lo difícil que estaba siendo la situación para ella.
Todavía amo a mi hijo. Nunca dejé de amarle. Era un bebé hermoso. Era un niño maravilloso. Siempre fue amado.
Por fortuna fue encontrada a tiempo. Mientras que sus padres trataron de sobrellevar la situación de manera individual y con sus altibajos emocionales y psicológicos, cuando el asesino serial fue detenido y se anunció en los medios de comunicación sus atroces actos, el hermano menor de este decidió cambiar de identidad. Hasta el día de hoy se sigue desconociendo su nombre, pero en el 2004, en una entrevista, Lionel relató que David tenía una carrera e hijos; actualmente tiene 56 años.
Ahora que hablamos de la familia Dahmer y lo difícil que fue o ha sido para ellos, no podríamos dejar de lado al único sobreviviente que pudo huir de las manos del “monstruo”. Tracy Edwards fue la persona por la que la policía pudo detener al criminal y ahora, 30 años después, el antiguo abogado de Tracy, Paul Ksincinski, habló de la víctima.
De acuerdo con su relato, Tracy nunca pudo rehacer su vida después de todo lo que vivió, pues abusó de las drogas y del alcohol, no tenía hogar e iba de un lugar a otro. Según su abogado, no se sabe de su paradero y por los antecedentes no cree que haya podido recuperarse del trauma.
Además, añadió que el horror que vivió no se compara a lo que se recreó en televisión con la serie de Netflix, pues Tracy describió que cuando entró al departamento, olía a “muerte” y Jeffrey puso la cabeza en su pecho para oír los latidos de su corazón. Finalmente lo amenazó con un “voy a tener que comerme tu corazón”.
Paul ha sido la última persona que ha hablado en nombre de las víctimas, mientras que familiares de una de ellas, Errol Lindsey, han criticado la serie por revivir su trauma.