Uno de los relatos más hermosos y conmovedores de todos los tiempos, es sin duda El Principito de Antoine de Saint-Exupéry. Es una historia maravillosa que cautiva a grandes y pequeños y que nos enseña extraordinarias lecciones. Han pasado 74 años desde que este cuento saliera a la luz y sigue vigente entre el gusto de todas las personas, gracias a sus frases con alto simbolismo.
Y es que cada oración nos hace reflexionar sobre distintos temas. En particular, hoy hablaremos de la diferencia entre amar y querer, de acuerdo con la explicación que da el Principito a su adorada rosa. Aunque parecieran sentimientos similares, existe una gran diferencia entre ellos, y gracias a las palabras del pequeño soberano, podremos entender mejor el porqué.
-Te amo -dijo el Principito
-Yo también te quiero -dijo la rosa
-No es lo mismo -respondió él.
Querer significa tomar como una pertenencia a los demás o algo en particular. Es encontrar en los otros lo que llenaría mis expectativas de compañía y sentimiento de afecto. Si la otra persona no me da esperanza, sufro. Debemos entender que cada uno de nosotros es un universo. En cambio, si amo a alguien, no tengo expectativas ni espero algo a cambio.
Amar es desear lo mejor el uno al otro, incluso si esta persona tiene motivaciones muy diferentes a las mías. El amor es para permitir que el otro sea feliz, aun cuando su camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace para darse y tiene que ser completamente desde el corazón. Solo podemos amar lo que sabemos, porque el amor significa saltar en el vacío, y es un acto en donde nos entregamos por completo con nuestra vida y el alma. Y nada puede compensar un alma entregada.
Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos.
-Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar…
-Ya entendí- dijo la rosa.
-No lo entiendas, vívelo- dijo el Principito.
La sabiduría en la palabras del Principito es enorme. La diferencia entre amar algo o quererlo es diametral. Otra frase que complementaría esta conversación, sería la respuesta que le da el zorro al Principito cuando este decide regresar a su planeta con su rosa:
-Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.
El amor no es algo que se da de la noche a la mañana, debe cultivarse y regarse, darle la importancia y la reciprocidad que merece, saber que el otro también profesa por ti la misma admiración, pero, sobre todo, no esperar nada a cambio, dejar los apegos de lado y entregarse sin miramientos ni reservas.
-He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos…