Después de ser arrestada por salvar a 40 inmigrantes de ahogarse en el mar Mediterráneo y llevarlos sin permiso al puerto de Lampedusa (Italia), la capitana del barco de la ONG Sea Watch, Carola Rackete, fue puesta en libertad por la justicia italiana.
La jueza, Alessandra Vella, determinó que la mujer de 31 años -también acusada de violentar a una patrulla de la policía de fronteras italiana durante el traslado de los inmigrantes a tierra- actuó cumpliendo su deber de salvar vidas en el mar.
Esta decisión no tiene contento al ministro del Interior, Matteo Salvini, quien en repetidas ocasiones pidió cárcel para Rackete, además que amenaza con “hacer lo necesario” para expulsarla de su país y regresarla a Alemania por ser “peligrosa para la seguridad nacional”:
Para la justicia italiana ignorar las leyes y golpear una nave de la Guardia de Finanza no son motivos suficientes para ir a la cárcel. Ningún problema. Para la comandante criminal tengo preparada una orden para expulsarla a su país.
Salvini tiene el propósito de desterrar a las organizaciones humanitarias del Mediterráneo para impedirles que lleven inmigrantes a Italia. Sus amenazas incluyen multas y arrestos.
El 12 de junio Sea Watch rescató a 53 inmigrantes; 13 de ellos fueron desembarcados por razones médicas.
Catorce días después, la capitana Carola Rackete decidió entrar a Lampedusa -pese a las advertencias de Salvini-, pero fue interceptada por la Guardia de Finanza (policía fronteriza).
Transcurridos tres días, la mujer llegó al puerto de la isla, pero chocó levemente a una embarcación policial. Esto le costó ser arrestada.