Niki Boom comenzó a capturar imágenes a manera de hobby cuando vivía en Escocia, y fue hasta que regresó a su país natal que retomó su afición y encontró su gran pasión. Además, es una madre que ha querido procurar a sus hijos una infancia que podría parecer poco convencional para algunos: en el entorno libre y natural de Malborough, Nueva Zelanda.
En la serie “La infancia en crudo”, la fotógrafa documentó de una forma excepcional los momentos cotidianos en la vida de sus hijos, quienes no van a la escuela convencional y crecen alejados de cualquier aparato electrónico. Una vida real, con la libertad y sed de aventuras que cualquier chico de su edad desea.