Para Ayleigh McGhee era un viernes como cualquier otro, lo que significaba ir de fiesta con sus amigos. Entonces se puso su mejor atuendo y salió a divertirse; a fin de cuentas, la vida es para disfrutarla. Pero algo se sentía mal…
Durante la velada sufrió un dolor intenso en los pies que trató de ignorar como toda una campeona. Fue hasta el día siguiente, cuando revisó las fotografías, que se dio cuenta del error: ¡tenía los zapatos al revés!
La belleza tiene un precio
Quizá muchas pensaríamos que es inaceptable pasar toda una noche de dolor en pos de vernos bien; que ninguna prenda, por más bonita que sea, vale la pena para sacrificar la comodidad.
Pero el dicho de “la belleza duele” se nos ha metido a la cabeza, tanto que estamos dispuestas a aguantar unas horas con tal de sentirnos unas reinas.
En todo grupo de amigas hay una distraída
Al día siguiente su amiga Georgia subió a su Twitter la graciosa anécdota: no se trataba de un sacrificio a la moda -al menos no del todo-, sino de que Ayleigh era despistada. Y aunque en ese momento no se dio cuenta, las fotografías no mentían:
Maldición, ahora que lo dices es todo lo que puedo ver
Es de ley que en todo grupo de amigas hay una que tiene la cabeza en las nubes, y si crees que en tu grupito no la hay, seguramente esa amiga eres tú.
Las mejores fiestas comienzan con un precopeo
Porque si en algo podemos estar de acuerdo es en que la foto es de antes de que empezara la celebración. Digo, después de unos tragos yo no me veo así de bien.
“No soy yo, son los zapatos”
Según una usuaria, las zapatillas ya son incómodas por sí solas, ahora imagínate estando mal puestas…
*Harvard quiere saber tu ubicación*
A alguien se le acaba de ocurrir una idea millonaria.
¡A todas nos ha pasado!
Aquí no estamos para negar errores: somos humanas, nos gana el despiste y terminamos cometiendo crímenes contra la moda. Así pasa a veces.