Ser mamá es una de las tareas más difíciles que puede vivir una mujer, debido a que cuidar a una pequeña personita requiere de toda la atención posible. Constantemente se sienten tan cansadas y abrumadas que olvidan hasta las cosas más simples, como comer, dormir e incluso vestir adecuadamente cuando sales.
Por eso solemos decir que las mamás tienen superpoderes, pues si lo pensamos bien, ¿qué humano normal puede pasar horas dedicada a su trabajo, llegar a casa para dejarla completamente limpia e impecable, criar a sus hijos, dar los mejores consejos, ayudarlos con las tareas, jugar con ellos y además dedicar el 100% de su tiempo para dar amor a su familia?; creo que sólo ellas tienen el don. Sin embargo, algunas veces tienen unas cuantas historias graciosas de la maternidad asociadas a la falta de sueño, como las que verás a continuación.
1. Un descuido inoportuno
“Salir de casa demasiado rápido es muy común en mi vida, así que un día tomé a mi hijo, lo coloqué en su silla en la parte de atrás del coche y después comencé a conducir; sólo me bastaron unas cuantas cuadras para darme cuenta de que ¡no tenía mis pantalones puestos!”.
2. ¿Quién es él?
“Un día estaba tan cansada tomando una siesta, que cuando desperté se me olvidó el nombre de mi hijo. Le hice un gesto al monitor y le pregunté a mi marido: ‘¿quién es esa cara de no sé qué?'”
3. Una lista más larga de limpieza
“Me desperté para ir al baño a media noche y me sorprendí cuando de repente me sentí cálida y húmeda. Resulta que me sentía tan cansada que me senté a orinar en el sofá en lugar de en el inodoro. Literalmente me senté en el sofá y comencé a hacer pis, como si estuviera en el baño”.
4. Así no se abre la puerta
“Aún trato de abrir la puerta principal de mi casa con el botón de desbloqueo de la llave del coche”.
5. Un desmayo necesario
“Escuché el llanto del bebé, me desperté y alcé mi brazo para tratar de calmarlo. Pero en realidad no era el brazo del bebé; era el gato que me miraba como si estuviera loca”.
6. Nadie está llamando a la puerta
“Una vez, cuando mi bebé despertó a mitad de la noche llorando, fui hasta la puerta principal de la casa pensando que alguien estaba tocando el timbre”.
7. No era ropa limpia
“Constantemente me sentía tan cansada que pasé medio día doblando ropa para al final darme cuenta de que había doblado la ropa sucia”.
8. Ser mamá primeriza no es fácil
“Durante todo el primer mes como mamá primeriza, cada noche le enviaba mensajes a mi marido para preguntarle dónde estaba. Por supuesto, él estaba recostado junto a mí”.
9. Al perro no le gusta la leche
“Un día llené una tetera con leche y se la di al perro. Cuando él no la tomó me molesté y le dije: ‘¿bueno, tienes que tomarla, ok? Pasaron cinco segundos antes de darme cuenta de que no era mi hijo de 2 años.
10. ¿Dónde dejé al bebé?
“Una noche me di cuenta que toda mi familia estaba en la misma habitación conmigo, pero nadie estaba sosteniendo al bebé. Entré en pánico y grite: ‘¿dónde está el bebé?’ mi marido me miró y me dijo: ‘cariño, está durmiendo en su cuna'”.
11. Estoy exhausta todo el tiempo
“Salí de mi casa con el sujetador de lactancia con ambos lados destapados”
12. Una situación embarazosa
“Estaba amamantando a mi hijo más grande en la sala, sudando y vestida sólo con el sujetador. De pronto tocaron a la puerta, así que me levanté para abrir, aún con el sujetador puesto. El repartidor se sorprendió y se mantuvo mirando a otro lado. Ni siquiera me di cuenta de lo que había hecho hasta horas más tarde”.
13. Demasiado cansada
“Después de una larga noche salí de la casa y manejé hasta la farmacia. En un semáforo me detuve a esperar a que cambiara la luz roja, pero duro una eternidad; incluso me pregunté por qué a mí. Hasta que me di cuenta que no era la luz roja del semáforo; era una señal de alto”.
14. No es justo
“Después de recolectar la leche a las 3 de la mañana, entré a la cocina y vacié todo por el desagüe. Un segundo más tarde grité porque me di cuenta de lo que estaba haciendo. Estaba en modo zombie y simplemente hice las cosas sin pensar”.
15. Compras olvidadas
“Después de realizar las compras en el supermercado, saque a mi bebé del carrito, lo puse en su asiento del coche y me fui del lugar. Después de unas horas me di cuenta de que dejé todas las compras dentro del carrito en el estacionamiento del supermercado”.