Ser una chica alta en algunas ocasiones implica tener algunas dificultades, pero también tiene cosas muy buenas, como que puedas esconder tu comida en los lugares más altos de la cocina o que nadie te tape durante los conciertos. Aunque ser muy alta es algo que las personas no comprenden totalmente y siempre terminan haciendo preguntas que son demasiado obvias y a veces molestas.
Una de las cosas con las que más tienen que lidiar las chicas que son altas es que constantemente deben agacharse para poder ‘encajar’ con sus amigos o su novio, e incluso optan por usar zapatos de piso. Si eres una chica alta o si tienes una amiga que lo sea, estos son los 21 problemas típicos que enfrentan y que necesitas empezar a entender.
1. Siempre te agachas en cualquier foto con tu mejor amiga
2. Sólo recuerdas tu altura cuando te comparan con tus amigas en las fotos
Entonces todo se vuelve muy claro.
3. Sobre todo cuando sólo aparece la mitad de tu cara en ellas
4. Siempre te abrazan a la altura del pecho
5. No le puedes pedir la ropa prestada a nadie porque siempre te quedará pequeña
6. Lo mismo ocurre con los zapatos
7. Siempre te piden tomar las selfies porque tus brazos son los más largos
8. Y por supuesto, eres la encargada de bajar las cosas que están en el lugar más alto
9. Lo que significa que puedes esconder la comida que más te gusta donde nadie más la alcance
10. Tus amigos a menudo se emocionan con la idea de verte usando tacones
11. Pero dicha emoción sólo dura un par de segundos después de que te los pones
12. Tus piernas no caben en la parte trasera del coche por eso siempre eres la copiloto
13. En ocasiones, los techos son realmente pequeños
(Esa es la causa número dos de tu mala postura; la primera es instintivamente tratar de disminuir tu altura para verte como los demás)
14. Parece que nadie puede caminar tan rápido como tú
(Ni con tanto estilo, seamos honestas)
15. Los espejos nunca tiene la altura adecuada para ti
16. Las personas a veces te preguntan si juegas basquetbol
17. Cuando te conocen por primera vez siempre dirán: “¡Eres muy alta!” y tú: “… Sip”.
Ya me he dado cuenta…
18. Has comparado tus manos con las de alguien más al menos una vez
Odias que te lo pidan porque no es ninguna sorpresa que tus manos siempre sean las más grandes.