Es un conflicto que te acompaña desde que tuviste conciencia de tu nombre. Seguro más de una vez te preguntaste qué demonios pasaba por la mente de tus padres cuando decidieron ponerte un nombre tan complicado y difícil de pronunciar.
Si el tuyo es uno de esos nombres impronunciables o complicados, seguro alguna vez pasaste por alguna de estas situaciones.
1. Te preguntas si en realidad desciendes de irlandeses o árabes y nunca te dijeron
Así sería más fácil de entender.
2. Curiosamente, tú no te equivocas al pronunciar un nombre difícil
3. Jamás vas a Starbucks
Te dirán como se les pegue la gana, así que prefieres evitar la vergüenza.
4. Ni tus familiares cercanos terminan de entender cómo pronunciarlo
5. Cada vez que te presentan con alguien, es un momento incómodo
Después de las primeras cinco veces que repites tu nombre, te das por vencida y dejas que la gente te diga como quiera.
6. Y muchas veces no creen que en realidad te llames así
7. En la escuela te llamaban por tu apellido
Nadie quería batallar.
8. No tienes un solo recuerdo personalizado de cuando eras pequeña
Nunca encontraban etiquetas o algo que se le pareciera con tu nombre. Nunca.
9. Cuando alguien por fin consigue pronunciarlo bien, es uno de los momentos más felices de tu vida
10. Alguien con un nombre parecido al tuyo se vuelve famoso y todos creen que por eso te llamas así
11. Has acumulado una cantidad respetable de apodos inservibles
Aún no puedes recordar cual fue el primero.
12. La gente cree que eres alguien “exótico”
Y por lo general se decepcionan cuando les dices que en realidad no naciste en una isla del Pacífico, sino a escasas tres calles.
13. Todos insisten en que tu nombre no es normal, y todo el tiempo te preguntan por su origen
Se le ocurrió a mi madre durante la labor de parto. ¿Contentos?
14. La verdad es que no terminas de entender cómo alguien no puede pronunciarlo correctamente
¡Piedad!