Seamos honestas, tal vez por falta de tiempo o de voluntad no dejamos un espacio para el ejercicio. A veces estamos muy ansiosas y nos dan ganas de comer un poquito de más y eso provoca que nos salgan unas lindas lonjitas alrededor de nuestro abdomen.
Cualquiera que sea la causa, en ocasiones no podemos ocultarlas y nos causan un poco de inseguridad, y aunque hemos aprendido a vivir con ellas y a quererlas, no siempre nos gusta que sobresalgan. Si te identificas con esto, seguramente has vivido algunas de las siguientes situaciones.
1. A veces tu lonjita se asoma porque es igual de social que tú
¿Qué les puedo decir? Somos chicas populares.
2. Esos kilitos de más jamás han sido un problema para lucir increíble
Mi mantra: los crop-top son amigos, no ropita de Winnie Pooh.
3. Te da tristeza ver a una flaca “acomplejada”
¿Cómo te explico que lo que te hace fea es esa actitud tan negativa? ¡Relajate, amiga! ¿Quieres una dona?
4. Tienes ropa interior para TODA ocasión
Para momentos sexis pero, sobre todo, para ocasiones en las que te importa un bledo la sensualidad y lo que ruegas es comodidad.
5. ¡Sin miedo al bikini!
Estos rollitos de gracia también merecen asolearse.
6. Siempre hay alguien que cree que te ofende la palabra ‘gordita’
Dejemos esto en claro: me ofende cuando abres comida a un lado mio y no me ofreces, esa sí no te la perdonaré. Fuera de eso, todo está bien entre tú y yo ;)
7. Prefieres la comodidad
Benditos sean esos maxi vestidos holgados que te hacen lucir divina.
8. Crees que vivir encerrada en una faja simplemente no es vida
¿En qué siglo vivimos o por qué inventaron este aparato de tortura?
9. Claro que amas hacer deporte
Como el clásico “maratón de trote horizontal”
10. Cuando te recomiendan dietas que no solicitaste tú así de…
“Nadie te preguntó, nadie te preguntó“.
11. Pero eso no quiere decir que odies el gimnasio
Es un lugar genial para tomarte selfies, ponerte al día con tus amigas, y hasta ligar a un chico o dos.
12. Lo importante después del gym es: ‘¿dónde cenaremos?’
Es pregunta seria.
13. Lo que más aman tú tus lonjitas es:
Lo poco que les importa lo que piensen los demás.
15. Porque lo gordita te lo podrías quitar
¿Pero lo guapa y fabubosa? ¡Nunca, amiga, NUNCA!