Digan lo que digan, las chicas altas no la tienen tan fácil. Además de las complicaciones propias de su estatura, también se las arreglan para sentirse seguras de sí mismas a pesar de la idea generalizada de la feminidad está en lo pequeño y delicado.
Crecieron mucho antes que el resto de sus amigos y los apodos no se hicieron esperar. Cuando llegan a la adolescencia es un poco más tolerable, aunque los años de incomodidad no se superan tan pronto. Lo que leerás a continuación puede parecer un poco exagerado, pero si eres una chica alta entenderás perfectamente que es lo que en realidad sucede.