A pesar de que pudiéramos pensar lo contrario, la vida de las personas que veneran el orden y la limpieza no es nada fácil. Estos amantes de los protocolos tienden a ser muy metódicos y tienen muy claro cómo se deben hacer las cosas de una forma correcta.
Cualquier cambio en su estructura, que por lo general se traduce como desorden, los irrita a un nivel incomprensible para el resto de los mortales. Estas son algunas de las cosas que vuelven locos a quienes son muy ordenados.