Cuando se trata de diseños de publicidad, productos o construcciones, las empresas tienen que prestar mucha atención a lo que van a realizar. Sin embargo, algunas veces pierden el rumbo y las cosas más extrañas empiezan a suceder.
Desde una cerradura muy poco útil hasta boxers para personas con tres piernas, estos errores demuestran que los diseñadores no necesariamente tienen malas intenciones, pero sus acciones no resultan ser las mejores. Tal vez ellos solo quieran divertir a la gente un poco con las tareas que se suponía que tenían que hacer.