Los abuelos siempre serán nuestros segundos padres. Su carisma, sencillez y compresión los colocan como los número uno en nuestro corazón, y no es para menos pues durante nuestra infancia se encargaron de cuidarnos, alimentarnos con galletas, hacernos reír con sus juegos y emocionarnos con sus historias.
Es cierto que los abuelos de ahora no son como los de los 90, las generaciones van cambiando; sin embargo, quienes tuvimos la suerte de disfrutar de ellos en aquella década, guardamos recuerdos especiales: el dinero que nos daban a escondidas, los caramelos que nos compraban y las cosas que había en su casa, de éstas últimas siempre había una avalancha de sorpresas cuando descubríamos el contenido de una que otra caja, si no nos crees, mira esta lista que te hacemos a continuación.