Ser diseñadora de moda debe ser una de las fantasías de muchas personas, pues es un trabajo lleno de glamur y creatividad, que no cualquiera podría realizar. Personajes ficticios, como Miranda Priestly de El diablo viste a la moda, han hecho resaltar la idea y nos hacen imaginar cómo sería trabajar para la industria de la moda.
Sin embargo, todas sabemos que la realidad supera la ficción y que muchas veces las cosas no son como las imaginamos. Algo así pasa con las pasarelas, que para un ojo inexperto pueden parecer raras y hasta feas, como en el caso de algunos diseños presentados este año que, honestamente, no tienen ningún sentido.