Admitámoslo, por lo menos una vez en nuestras vidas hemos metido comida de contrabando al cine, ya sea unas papitas, galletas, sándwich, refresco o caramelos. Sin embargo, hay quienes llevan esta situación a niveles inimaginables, tal y como lo hizo una familia originaria de México, que se las arregló para introducir una o varias cazuelas de pozole.
Este platillo, típico de la cocina mexicana, es un caldillo elaborado con pozole, carne de res, chile rojo y complementos como queso, crema ácida, lechuga, limón, tortillas y rábanos. Suele consumirse en reuniones familiares o fiestas típicas y en espacios abiertos, ya que deja un delicioso pero peculiar olor, que ninguno de los presentes en la sala de cine fue capaz de detectar, pues la familia comió todo lo que llevaba sin ser molestados o interrumpidos en algún momento.
Eso sí, el olor se quedó tan impregnado en la sala de cine que cuando los empleados entraron a limpiar, lo reconocieron de manera inmediata, quedando sorprendidos porque nadie detectó que llevaban esa clase de comida en los bolsillos.
Todo comenzó cuando una familia llegó a la sala de cine haciéndoles creer a los empleados que acababan de comprar una televisión y solicitaron que se las guardaran, pero debido al valor y responsabilidad que conlleva, el personal les ofreció guardar la televisión en una oficina bajo llave.
Sin embargo, la familia se negó rotundamente y pidieron que se les permitiera ingresar con la caja a la sala. Al final, el gerente aceptó y la función comenzó. Entonces Cris Pinto, usuario de TikTok y empleado del cine, entró a la sala a revisar si todo estaba en orden y quedó impactado al ver como la jefa de dicha familia sacaba una cazuela de pozole de la caja de televisión.
Cris no sabía si reír o llorar ante la escena. Sorprendido, salió a contarle a sus compañeros lo que acababa de ver y, al final, entre él y sus colegas decidieron que lo mejor era hacerse de la vista gorda, pues la familia se habían esforzado tanto en planear la estafa maestra que valía la pena dejarlos disfrutar de su platillo. Además, ninguno de los presentes se quejó del olor ni de los hechos.
La historia llegó a redes sociales a través de un video compartido por el mismísimo Cris, en el que narra los hechos de todo lo ocurrido. Dicho clip suma más de 60 mil likes y comprueba una vez más que el ingenio mexicano no tiene límites.