Hay dos tipos de chicas: las que tienen la temperatura corporal de un ser vivo normal y al saludarlas emiten un calor agradable; y quienes tenemos las manos tan frías que podríamos congelar a cualquiera con sólo tocarlo.
Sólo quienes tenemos esa peculiaridad térmica todo el año sabemos lo que es tener que acostumbrarnos a todo tipo de bromas, además de vivir con ellas todo el año, aunque en invierno recrudece y se vuelve algo trágico. Si también tienes manos de témpano, esto es para ti.