Para muchas personas ir al gimnasio es más una obligación que una actividad que realmente les guste hacer, pues conseguir un cuerpo tonificado tiene su precio. Aunque al final del día termina por agradarles y lo adaptan a su rutina diaria.
Pero lograr el amor por el ejercicio no es tan sencillo como se lee. Las etapas que se viven son bastante complicadas, pues tan solo tomar la decisión te llevará a desarrollar tu creatividad en los pretextos, aunque tu yo interior desea tener un cuerpo de modelo, así que terminas accediendo, en un solo día te das cuenta de que eso podría ser una trampa mortal, pero vuelves a tus clases, te mantienes… y de pronto el resultado está a la vista de todos, solo para que te deje descansar y volver a tu rutina habitual.