Si eres una persona que regularmente pasa tiempo en TikTok, seguramente te has encontrado con influencers que actúan vivencias falsas con las que dejan a sus seguidores confundidos. Algunos lo hacen para criticar a otros creadores de contenido, mientras que otros simplemente buscan divertirse un rato. Pero, sin importar el motivo, lo cierto es que causan un gran alboroto.
Recientemente, Quenlin Blackwell, una tiktoker de 21 años, originaria de Allen, Texas, publicó un video de este tipo, en el que se le puede ver sollozando agresivamente. La joven, que cuenta con casi ocho millones de seguidores, solicita ayuda monetaria desesperadamente, pues confiesa haber comprado un sillón de 100 mil dólares por equivocación.
Llorando en su automóvil, Quenlin cuenta que de broma ingresó todos los datos de su tarjeta en una oferta en línea, pero que cuando menos lo esperó, el sitio web cargó el monto a su cuenta, dejándola en una difícil situación económica.
En su desesperación, la chica les pide a sus seguidores que la apoyen con donaciones, pero no de una manera convencional, sino que directamente les solicita un millón de dólares, como si la suma no fuera desproporcionada.
@quenblackwell I cant inhale.
Si tienes un millón de dólares, ¿podrías donar? Si tienes mil millones de dólares, ¿me prestas un poco?, por favor.
Como era de esperar, el clip se viralizó y ya cuenta con casi siete millones de vistas y más de 20 mil comentarios, los cuales en su mayoría son burlas y cuestionamientos para indagar más en la historia y así, descubrir si se trata de una broma o de un hecho real.
https://www.tiktok.com/@quenblackwell/video/7153017477893459242?is_copy_url=1&is_from_webapp=v1
‘Y el Óscar es para…’; ‘Chica, llama al banco y di que fue un fraude’; ‘¿Cómo no se dan cuenta de que está bromeando?’ ‘¿Quién tiene 100 mil dólares en su cuenta?’
Finalmente, en otro video, Quenlin Blackwell salió a decir que tendrá que abrir OnlyFans para ganar dinero y pagar sus deudas, por lo que ya agregó el enlace en su cuenta de Instagram. El TikTok cuenta con un claro tono de burla, por lo que el tema se ha tomado más como una broma que como un caso real.