Tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias, y Kelly Hogan Painter, una madre de 35 años, lo entiende a la perfección.
La mujer de Carolina del Norte, Estados Unidos tuvo que salir urgentemente al supermercado, pero como no tenía cubrebocas improvisó y utilizó el caso de juguete de Buzz Lightyear de sus hijos.
Una emergencia de nuggets
Kelly tiene un hijo de dos años de edad con autismo que tiene problemas sensoriales muy graves con la comida, y los nuggets de pollo son de los pocos alimentos que come sin problema, pero en casa se habían quedado sin su platillo predilecto.
Por si esto fuera poco, en días anteriores las autoridades sanitarias de Carolina del Norte habían anunciado que el uso del cubrebocas era obligatorio para prevenir el esparcimiento del virus, y en la casa de la familia Hogan Painter todavía no se abastecían con el producto. La madre tenía que pensar rápido.
¿Buzz Lightyear o Chewbacca?
Sus pequeños son fanáticos de Toy Story, por lo que fue fácil encontrar el juguete perfecto que la protegería en su salida al supermercado: ¡Un casco de Buzz!
La decisión estaba entre el superhéroe espacial Chewbacca o una bolsa de plástico, pero le resultó más práctico ir “¡al infinito y más allá!”
Una madre no teme hacer el ridículo por su hijo
Sabía que al poner un pie fuera de su casa con tan extraño accesorio la gente la miraría raro, provocaría una que otra risa y hasta le tomarían videos. Y aunque todo esto sucedió, para ella era más importante que su hijo comiera y unos minutos de vergüenza no la detendrían.
Mi hijo tendría sus nuggets de pollo como si mi propia vida dependiera de ello. Amo a mi familia más de lo que amo mi reputación.