¿Te has encontrado a ti misma en la situación de no poder salir de tu casa sin haber pasado horas frente al espejo, eliminando cada rastro de imperfección, gracias a tu fiel amigo, el maquillaje? ¿Mientras vas caminando por la calle te detienes en todas las tiendas donde ves productos de belleza? ¿Pasas horas admirando catálogos y eligiendo los mejores productos?
Comienza a considerar que quizá tengas un problema. No es normal tener un arsenal de labiales, brillos, sombras, rubores, y saber que muchos de ellos no los vas a volver a utilizar. Estos son algunos tips para saber si realmente tienes este problema…
1. Prefieres morir antes que alguien te vea sin tu labial favorito
Cualquier cosa antes que ser vista sin él. Es tu toque mágico para atraer la atención y es indispensable para que tu día sea perfecto.
2. Necesitas mirarte en el espejo cada 5 minutos
Siempre debes tener cerca un espejo para corroborar que todo esté en su lugar y si no, corregir inmediatamente. Te detienes hasta en los espejos de los autos.
3. Gran parte de tu presupuesto lo inviertes en productos de belleza
Una gran parte de tu presupuesto está apartado exclusivamente para productos de belleza, revistas de moda y salones o spa. No pasa una semana sin que adquieras al menos un producto nuevo. Por cierto, ¡los vendedores ya te reconocen!
4. No permites que nadie te salude de beso
Imposible que alguien pueda tocar tu maquillaje perfecto porque no puedes echar a la basura horas de trabajo impecable. Preferible que se queden con las ganas.
5. Identificas cualquier producto pasado de moda
Sientes que eres capaz de identificar cualquier producto utilizado décadas atrás y no lo usarías por nada del mundo.
6. Te sientes incomprendida
Las personas a tu alrededor no pueden entender por qué necesitas comprar ese rímel de tu marca favorita o por qué cargas al menos siete labiales dentro de tu bolso para cada ocasión.
7. Dejas tu marca en todas partes
La marca de tu labial te distingue: vasos, sábanas, servilletas… en todo estás.
8. Te has vuelto una experta
Tus amigas te llaman, tu jefa te interroga, todos quieren tu opinión sobre el maquillaje perfecto, y es que tú lo sabes todo con respecto al tema: qué base utilizar, cuáles tonos van con cada color de piel… ¡Tu opinión cuenta muchísimo!
9. El maquillaje te vuelve perfecta
No puedes salir de casa sin esos pequeños detalles que solo un buen maquillaje puede dar. No en vano has pasado horas viendo tutoriales o aprendiendo de memoria los nombres de los colores. Tienes que aplicar todo tu conocimiento a donde quiera que vayas.
10. Sufres cuando ocurre algún percance con tus productos
Es inevitable que en algún momento uno de tus productos favoritos sufra algún accidente, pero a ti te duele muchísimo saber que no estará más dentro de tu maletín de belleza y no puedes aceptar la pérdida.
La adicción al maquillaje puede ser mortal: se calcula que, al año, miles de personas mueren por el exceso de consumo. Es mejor ir controlando un poco esa adicción; después de todo, tú ya eres bella y el maquillaje es solo para ayudarte a lucir un poco mejor.