Para muchas, el transporte publico no es una opción, y aunque ya deberíamos estar acostumbradas a convivir con personas de todo tipo, la verdad es que no siempre resulta una experiencia tan agradable.
Lo que no podemos negar es que al viajar solas, tenemos uno de los mejores momentos del día para tener una profunda charla interna, con pensamientos alocados o incluso absurdos que hacen volar nuestra imaginación, como estos:
1. Invades mi espacio
Técnicamente, tu codo encajado en mis costillas acaba de romper esa burbuja imaginaria que me protege.
2. Alguien exageró con el perfume
En verdad es más económico darse una ducha de 5 minutos que vaciar todo un frasco de perfume.
3. ¡Siéntate a mi lado!
Obviamente no es algo que pensemos todo el tiempo. Solo pasa cuando ese chico super guapo se sube al transporte.
4. ¡Relájense!
¿Por qué tanto odio a primera hora de la mañana? ¿Necesitan un abrazo?
5. ¿De verdad no te vas a levantar?
Nos pone de malas que no cedan el asiento a los ancianos, mujeres embarazadas o las personas con alguna discapacidad. Un poquito de educación, por favor.
6. A nadie le interesa tu vida personal. Bueno, un poco
La gente con un volumen de voz demasiado alto es insoportable, sobre todo cuando no tiene un tema de conversación interante.
7. ¡Somos personas, no vacas!
Incluso en la India transportan con más delicadeza a estos animales, que el chofer a nosotros. Tal vez nadie le ha hecho saber que no es corredor de la Fórmula 1.
8. Algo huele raro
Esto es muy común, sobre todo si tomas el transporte durante el verano. Aunque sea un poco de limón antes de salir, ¡por favor!.
9. ¿Porqué no usan audífonos?
Una cosa es escuchar de forma involuntaria las platicas sobre la vida de las personas que se encuentran cerca, y otra muy diferente es que a alguien se le ocurra escuchar música con altavoz y comenzar su propia fiesta.
10. ¡Tengo hambre!
No falta la persona emprendedora que quiere aprovechar el tiempo y adelanta los preparativos de la cena mientras llega a casa.
11. ¿En verdad tienes que masticar así?
Bueno, si ya no te aguantaste, por lo menos mastica con la boca cerrada.
12. Creo que te he visto antes
Sí, si te he visto, pero en una ruta diferente. ¿Acaso me estás siguiendo?
13. ¡Oh! ¡Qué lindos zapatos!
Quien niegue que se fija en los outfits de otras chicas, miente de forma descarada.
14. No te daré mi dinero
En lo personal me molestan esas personas perfectamente sanas que se suben al transporte a pedir dinero con su frase: “Yo ahorita los estuviera asaltando, pero preferí llevar una vida recta…”.
15. ¡Bajan!
En verdad sentí que moría. ¿Por qué nunca abren las puertas correctamente? No hay mejor sensación que bajar del transporte, recuperar todo el oxigeno que te faltó allá adentro y saber que has llegado a salvo a casa.