Amas la sensación de tu cabeza sobre la suave almohada justo antes de caer en los brazos de Morfeo para tener el más profundo de los sueños. Cuando eres una persona que disfruta dormir, nada es más fuerte que el deseo de que llegue la hora de descansar.
Y como una verdadera sacerdotisa del sueño, hay cosas con las que simplemente no puedes lidiar. Bastante tienes con despertar y encarar la realidad como para todavía soportar que el resto de los mortales no entienda tu gusto por el sueño. Si pudieras, harías una guía para entender a quienes aman dormir y estas son 15 preguntas que deberían evitar.
1. ¿Acabas de levantarte?
No, ve este rostro fresco.
2. ¿No te cansas de estar acostada?
¿No te cansas de respirar?
3. ¿Ya te vas a dormir?
Nunca es demasiado temprano.
4. ¿Te puedo ver temprano el domingo?
Mejor dime que me odias y me quieres hacer sentir mal.
5. ¿Aún tienes sueño?
La respuesta a esa pregunta es sí, no importa cuándo ni a qué hora preguntes.
6. ¿Sabes que no es bueno dormir tanto?
¿Le quitarán sus alas a un ángel o le afecta mucho a alguien?
7. ¿Cómo puedes dormir así?
Digamos que es un talento natural.
8. ¿No sientes que no te alcanza el día?
Mientras la parte principal esté cubierta, el resto puede esperar.
9. ¿Por qué te enojas cuando te despierta?
¿De verdad tengo qué contestar a eso?
10. ¿A qué hora despertarás?
Cuando sea absolutamente necesario.
11. ¿No deberías hacer más ejercicio y dormir menos?
Hey, también dormida hago ejercicio. Por ejemplo ayer me tocó moverme a la izquierda y hoy será a la derecha.
12. ¿Cómo harás cuando tengas que entrar temprano?
Existen las siestas. O el turno vespertino.
13. ¿Salimos el sábado en la noche?
Fíjate que tengo un compromiso muy importante. Con mi cama.
14. ¿Estás deprimida o enferma?
No, sólo disfruto dormir.
15. ¿Sabías que los grandes genios duermen poco?
Soy una excepción.