Todo food lover sabe que la presentación de un platillo es tan importante como su sabor, pues los colores y acomodo nos invitan a saborear cada uno de los complementos. Sin embargo, hay restaurantes que no tienen claro este concepto y en su búsqueda por innovar, han realizado las presentaciones de comida más ridículas en la historia de los establecimientos.
Para recabar las presentaciones más “peculiares”, existe la comunidad We Want Plates (queremos platos), fundada en 2015 por Ross McGinnes. Allí miles de usuarios comparten sus experiencias a la hora de la comida y concuerdan en que el simple hecho de ver sus platillos les quitó el apetito, pero les otorgó una dulce dosis de risas.