Ser mujer, mucho más que sólo una condición biológica, es un privilegio. La posibilidad de albergar la vida en nuestro interior es comparable a un milagro. Pero no todo es miel sobre hojuelas; entre tantas ventajas siempre existe el otro lado que de pronto no es tan agradable.
Y es que al darnos la madre naturaleza la capacidad de ser madres, algunos días de cada mes nuestro cuerpo presenta cambios físicos y emocionales que no siempre llegan de manera tranquila. No es igual para todo mundo, pero por lo general ese breve periodo provoca toda una revolución en nuestra persona, como veremos a continuación.
1. Te da un hambre descomunal
En esos días podrías comer una vaca entera. En serio.
2. El dolor puede ser extremo
3. Siempre tienes que llevar contigo provisiones extra
Olvídate de usar un bolso chico, siempre debes ir preparada para lo peor.
4. Tu estado de ánimo varía más que la bolsa de valores
Estás contenta, pero también irritable, triste, ansiosa. Tus nervios son un coctel.
5. Tu cuerpo crece y crece y…
Es inevitable, eres la viva imagen de la hinchazón durante esos días.
6. Cualquier actividad que realices abre la compuerta
No importa lo que hagas: si te mueves o caminas, incluso si sólo respiras, sientes como si una cascada saliera de ti.
7. Si usas toallas, siempre tienes una sensación de incomodidad
Hay un cuerpo extraño allá abajo todo el tiempo.
8. Si usas tampones, vives con temor del síndrome del shock tóxico
Eso sin mencionar lo difícil que puede ser colocarlos correctamente.
9. ¿Actividad física? ¡Por favor!
¿Quién va a tener ganas de hacer algo? ¡Por favor!
10. Tus deseos son particularmente intensos
Si deseas comer medio bote de helado, debe ser justo en ese mismo instante. Punto.
11. Los empaques son tan ruidosos que todo mundo se entera
Como si abrieras una bolsa de papas fritas. En el baño.
12. Y te conviertes en una máquina de producir basura
Sin comentarios.
13. Te olvidas de la ropa interior sexy
Y sacas del armario la “funcional”.
14. Nunca es un buen momento para que llegue
15. Si vives sola, es difícil salir de la cama y hacer las cosas por ti misma
Es cuando más te gustaría que alguien te consintiera.
16. Tanta sangre
¿Para qué la sangre? En serio.
17. Vives en el baño
Durante esos días se convierte en tu santuario.
18. La ropa no se ve igual
No encuentras algo que te haga sentir cómoda o atractiva. NADA.
19. Estás agotada todo el tiempo
Y el cansancio es real. Sólo quisieras encerrarte y esperar a que pasara la tempestad roja.
20. Tu cara es una oda a la adolescencia
Pequeñas montañas se apoderan de tu cara durante esos días. ¡Como si necesitaras sentirte otra vez así.