Cada día es más común escuchar la expresión “cara de perra” para referirse a una chica que tiene un gesto hosco y duro. A pesar de que parece que nada les importa, en realidad su vida no es del todo fácil. A menudo son consideradas como negativas, irritables, elitistas y malditas; por decir lo menos.
Sin embargo, su aparente hostilidad no deja ver alguna de sus muchas virtudes, pues en realidad suelen ser muy buenas escuchas, creativas y su misma introversión ayuda a que sean personas reflexivas. Aun así, el mundo seguirá considerándolas ‘malditas’. Si eres una chica con cara de perra, estos son algunos escenarios con los que te sentirás identificada invariablemente.
1. “¿Te sientes bien?”
No tienes ni 10 segundos al lado de una persona cuando te hace esa pregunta. “Estoy bien” es la frase que se ha convertido en tu sello personal.
2. “Deberías sonreír más seguido”
La gente no tiene idea de lo cansado que puede ser ir por la vida tratando de encajar. Puedes ser la más feliz, y si no eres una persona sonriente, no hay nada de malo en ello.
3. “¿Por qué no tomas una siesta? Te ves cansadísima”
¿Y cómo no te vas a cansar de escuchar todo el día que te ves mal?
4. “No eres tan terrible como pensé”
Parece increíble, pero la mayoría de las personas que conoces se sorprenden de que debajo de ese rostro duro haya un ser humano con sentimientos e incluso pueda ser agradable.
5. “¿Estás enojada conmigo?”
Típico: vas en el coche con tu novio camino a una cena, y por tu mente lo único que pasa es una melodía pegajosa que escuchaste esa mañana y en lo productivo que fue tu día. De repente tu chico escupe la pregunta y tú no puedes evitar sentirte desconcertada. Sólo vas sentada, tranquila, pensando y respirando.
6. “Me caíste mal cuando nos conocimos”
Esta es otra de las frases que ha marcado cada momento significativo con tus amigas, porque cuando los presentaron les caíste mal, sin excepción. Como si hubieras besado a sus novios o algo.
7. “Me estás juzgando”
Mientras los demás ya hicieron una novela en su cabeza, no se dan cuenta de que no estás criticando; simplemente escuchas con atención y hablas de una forma seria.
8. “Creí que eras una snob“
Tu cara no es una fachada para hacerte interesante, y el que seas seria, reflexiva y analítica no significa que seas una de esas chicas ‘Venti, mitad dulce, sin grasa, caramel macchiato’.
9. “¿Estás en tus días?”
Nadie tiene periodos 24/7, ¿o sí?
10. “Nada te hace feliz”
¡Claro que hay cosas que te hacen feliz! Los días de pago, la comida caliente, las florecillas silvestres y los niños cuando no lloran.
11. “¿Por qué odias al mundo?”
No es cierto. Bueno, a veces sí; pero en general odias a personas muy específicas, como cualquiera.
12. “Siempre me gustaste, pero me dabas miedo”
La historia de tu vida con los hombres. Para conocer el libro hay que ir más allá de la cubierta, gente.
13. “¿Por qué tienes esa cara?”
Porque no tengo otra. Fin del tema.
14. “Eres difícil de descifrar”
Como si fueras un código. Es cierto que la mayor parte del tiempo estás absorta en tus pensamientos y que ser expresiva no es precisamente tu fuerte, pero quien realmente está interesado en conocerte puede ir un poco más allá de tu gesto-universal-para-toda-ocasión.
15. “En serio, ¿no estás enojada?”
No me equivoqué. Este escenario se repite tanto como se repite esa pregunta en tu vida con cada amigo, familiar, compañero de trabajo, pareja, vecino, persona que pasa por la calle y prácticamente cualquier ser humano con el que convivas un poco. Y sí, a estas alturas ya estás enojada y es momento de aprovechar tu cara.