El mundo se divide en dos tipos de personas: los que siempre están listos y los que viven llegando tarde. Por supuesto, todos se quejan unos de los otros.
En mi opinión, los que siempre estamos luchando contra el tiempo y nos retrasamos, mantenemos una lucha constante con el reloj porque no es nuestro más fiel aliado y conspira contra nuestros intentos por llegar justo a tiempo. Todas estas cosas nos ocurren constantemente.