Aunque ahora son moda y en muchos casos casi un objeto de culto, la realidad es que usar lentes para leer no es tan fácil como parece. El mundo aparece y desaparece en función de traer o no puestas las gafas, así que por lo general no queda de otra más que usarlos todo el tiempo aunque pueda ser algo incómodo.
Sólo quienes usamos anteojos sabemos lo difícil que es interactuar en el mundo cuando tienes un porcentaje bajo de visibilidad. Estas son algunas situaciones por las que pasamos.
1. Cuando alguien los coloca boca abajo
2. Siempre que te acuestas
3. Antes de usarlos por las mañanas
4. El mundo cambia cuando los usas
5. Cada vez que vas al cine tienes que hacer esto
6. Y sales de paseo
7. Cuando llueve, siempre
8. Cuando te bañas
9. Y cuando los usas inmediatamente después de la ducha
10. Cuando no recuerdas que usas lentes de contacto
11. Cuando tu nariz es pequeña
12. No hay glamour con los lentes rotos
13. Cuando juegas a cerca y lejos
14. O no alcanzas a leer un letrero a lo lejos
15. Ese microinfarto cuando te sientas sobre ellos
16. Creen que eres nerd porque los usas
17. Las bisagras pueden ser un imán de cabello
18. Todo el tiempo hay que limpiarlos
19. O cuando tomas algo caliente
20. Cuando te preguntan si los necesitas o es moda
¿Cómo se responde a eso?