Todas hemos llegado al salón de belleza esperando que la estilista nos dé un nuevo look que nos haga sentir hermosas y diferentes; después de todo, ellas son las encargadas de consentirnos y hacer nuestros sueños realidad. Sin embargo, lo que jamás nos hemos preguntado es lo que ellas han vivido en el difícil trabajo de la belleza.
Ser estilista no es una tarea sencilla. Diariamente te enfrentas al riesgo de que algún químico queme tu piel o, peor aún, que alguna liendre salte directo a tu ropa o cabello y tengas que deshacerte de todo. Es por eso que, en honor a todas las chicas que dedican su vida a cuidar nuestro cabello, hemos encontrado las 10 situaciones que solo las estilistas entienden perfectamente.
1. Tus manos jamás volverán a tener el mismo color
La única forma en la que tus manos cambiarían de color es si eres estilista. Es devastador saber que han perdido su color a causa de que constantemente lavas el cabello de aproximadamente 1 millón de personas, además de los químicos que aplicas diariamente. Por cierto, también le has dicho adiós a tener uñas fuertes y de un color hermoso.
2. Todas tus prendas negras tienen al menos una horrible mancha naranja
Aún te preguntas: “¿por qué demonios sigo vistiendo de negro cuando trabajo en un salón de belleza?”. Debes agradecer a los químicos de los tintes de cabello que tu ropa negra favorita esté en ruinas.
3. Todos tus familiares y amigos esperan que les cortes el cabello, ¡gratis!
“Amiga, ¿puedes cortarme el cabello?”. Esta es una pregunta que escuchas constantemente. ¿Acaso piensan que vives de la caridad? Por supuesto que no.
4. Has dicho adiós a tus sábados libres
Y también a los viernes por la noche, a menos que tus clientas decidan hacerse un tratamiento antes de las 10 de la noche.
5. Has cortado mal el cabello de alguien
Te ha pasado por lo menos una vez en toda tu carrera, pero estamos seguras de que no fue intencional. Estabas en la etapa experimental y necesitabas un conejillo de indias. Afortunadamente, ahora eres toda una experta.
6. También existen los momentos incómodos
Te ha pasado que tu ingle ha tenido un encuentro cercano con el codo de un hombre cuando estás lavando su cabello y eso, ¡definitivamente!, es incomodo. Peor aún: que mantengan los ojos abiertos todo el tiempo, ¿acaso piensan que el champú no tocará sus ojos?
7. Las peores pesadillas siempre vienen de los niños
Te has encontrado cortando el cabello a un niño cuando repentinamente te das cuenta de que tiene liendres, y en ese momento el horror se hace presente. Tienes que desinfectar tijeras, peine, capa, la silla e incluso quemar la ropa que usaste ese día, sin importar que fuera tu favorita.
8. Tus zapatos siempre están llenos de cabello
No recuerdas la última vez que los viste libres de cabello.
9. Algunas clientas piensan que eres una especie de maga
Repentinamente llegan hasta ti, se sientan en la silla y te dicen que desean cambiar el color de su cabello de negro a rubio… ¿de verdad piensan que haces magia? ¡Claro! Los estilistas lo hacen, ¿no?
10. Al final del día, es un trabajo que amas
Trabajar como estilista tiene altas y bajas, pero es una de las labores más divertidas que tendrás. Las historias que vives y escuchas no las cambiarías por nada.