Ahora más que nunca es cuando debemos demostrar que estamos más unidos que siempre, pues a pesar de que no tengamos una enorme riqueza, son los pequeños granitos de arena los que hacen la diferencia.
Y en esta ocasión Albertina Flores, una ancianita que radica en Cajamarca, Perú, nos demostró que con solo un poco se hace una gran distinción.
Acciones de amor
Albertina tomó la decisión de empaquetar algunas de sus cosechas, pues siembra varios productos y con ellos se alimenta, pero creyó que sería una buena idea dar a los que más lo necesitan un poco de lo que ella tiene.
Lo entregó en un comedor comunitario
La abuelita caminó durante varias horas para finalmente llegar a su destino, el cual fue un comedor comunitario, en el que hizo entrega de los dos paquetes de sus cosechas.
Disculpen que no traiga más, pero vengo caminando.
—Albertina Flores
Sin duda alguna fue un gran esfuerzo el que realizó esta ancianita, tanto así que tocó el corazón de varios de los trabajadores del lugar, quienes de manera inmediata le ayudaron con los paquetes y además le agradecieron de todo corazón.
Ahora más que nunca es momento de ayudar
Esta tierna mujer fue muy conocida en su país y, como sabemos, las buenas acciones se regresan, por lo que días después de que Albertina realizara la donación al comedor, un hombre anónimo le envió dinero y algunos alimentos para ayudarla a ella.
Y es que a pesar de que muchos de nosotros tenemos la fortuna de tener un plato caliente en casa, miles más se encuentran en una situación complicada, pues la contingencia sanitaria los ha dejado sin empleo o los obliga a reducir su ración de alimentos; y claro está que para Albertina esa no es una opción, por lo que a pesar de no tener mucho procura ayudar a quienes lo necesitan.