La pandemia por Covid-19 saca lo mejor y peor de cada persona. Algunos entran en pánico, otros demuestran egoísmo y unos cuantos dan lo mejor de sí para ayudar a los demás sin importar si les conocen o no. Tal es el caso de las mujeres de la tercera edad que usan sus habilidades de costura para fabricar mascarillas y donarlas a los hospitales más necesitados.
A pesar de ser parte del sector más vulnerable, estas abuelitas aportan su granito de arena cosiendo más de 50 cubrebocas al día y esperando que estos sirvan de escudo sanitario a médicos y enfermos. La iniciativa de las mujeres es aplaudida en internet, pues nos motiva a ayudar en todo lo que nos sea posible para hacer de este mundo un lugar mejor.
¡Es momento de unirnos!
Yo no puedo estar de brazos cruzados viendo cómo pasa esto, enterándome de que cada vez hay más enfermos y más muertos. Me voy a poner a hacer mascarillas.
Margarita Gil Baro, de 84 años de edad, se enteró de los estragos ante el coronavirus en España y, antes de entrar en pánico o perder la esperanza, desempolvó su máquina de coser y empezó a fabricar tantos cubrebocas como le fue posible; sin embargo, le preocupa que la tela comience a escasear y no pueda seguir ayudando a los demás.
Toda ayuda es bien recibida
En España mi tía está cosiendo cubrebocas durante la cuarentena para que (cito), “nuestros médicos se protejan y, a la vez, nos protejan a nosotros.”
Y nada, esto me llena el corazón.
— Montserrat (@mon_arce) March 22, 2020
Son para que nuestros médicos se protejan y, a la vez, nos protejan a nosotros.
¡Apoyémonos unos a otros!
Es justo que ayudemos porque todos los médicos y todas las enfermeras, y los que no son médicos ni enfermeras, también hacen lo que pueden y más. Vamos a salir poco a poco, pero saldremos.
A pesar de padecer Parkinson esta otra abuelita también aporta su granito de arena, pues sabe que nada es imposible y que es momento de ayudarnos unos a otros.