Cada día que pasa solemos reafirmar nuestra creencia de que el amor no existe, pues entre los altos índices de divorcios y el poco compromiso de las personas en las relaciones es difícil creer en ello.
Pero, gracias a la vida, siempre existen personas que nos hacen cambiar de opinión y este es el caso de Mike Cain, quien a pesar de todo sigue consintiendo a su novia y hace todo lo posible por verla feliz.
Es el ejemplo vivo del amor
Mike Cain es un hombre de 93 años de edad, quien lleva retirado cerca de dos décadas y comparte su vida con su novia Doris, de 94 años, y a pesar de todo el tiempo juntos se siguen demostrando amor como si se tratara de la primera cita.
Una tradición no se puede romper solo porque sí
Durante todo este tiempo juntos, Mike le da por las noches a Doris una barra de su chocolate favorito. Pero, debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19, ha sido casi imposible para Mike conseguir las barras de chocolate; sin embargo, eso no lo detuvo y decidió salir de casa a conseguir algunas.
De esta forma tomó su andador y salió de casa en busca de las barras favoritas su novia, porque su tradición de compartir trozos de chocolate al oscurecer no iba a terminar de la noche a la mañana.
Alguien se detuvo a ayudar y pudo cumplir su misión
Después de haber caminado varios minutos, Richard, un agente inmobiliario que iba de regreso a casa, recorría las calles en su auto y encontró a Mike, quien a pesar de haber tomado las medidas sanitarias necesarias para mantenerse a salvo pertenece a un grupo de riesgo en la contingencia.
Por ello, Richard decidió detener el auto y preguntarle a Mike si necesitaba ayuda, y tras descubrir qué era lo que planeaba hacer, este samaritano roció los asientos del auto con desinfectante y permitió que Mike ingresara al vehículo; de esta forma, juntos fueron hasta el establecimiento donde podrían comprar las golosinas de Doris.
Mike no solo encontró un amigo
Después del viaje por la tienda y haber comprado las barras de chocolate, Richard se encargó de llevar a Mike a su casa y le dio su tarjeta de presentación, para que ante cualquier cosa que llegara a necesitar se lo hiciera saber; de esta forma, él y su novia no se expondrían, y se mantendrían a salvo.
Mike enterneció a miles en redes sociales
Ahora más que nunca, cuando las relaciones parecen desechables, Mike nos dio una gran lección… Y es que con detalles simples, pero hechos con el corazón, la llama del amor puede seguir encendida mucho tiempo más.
Y una vez que su nuevo amigo Richard hiciera pública la noticia en redes sociales, cientos de personas se ofrecieron a llevarle chocolates, e inclusive la marca de Hershey’s le otorgó un año de golosinas gratis para que las pueda compartir con Doris.