Las personas altruistas se encuentran por todas partes y cuando coincides con una, te muestra una cara del mundo de una manera muy diferente a la que conocías.
Letty McMaster, una mujer de 28 años originaria de Tunbridge Wells, Inglaterra, demostró que una sola persona puede cambiar la vida de 14 jóvenes usando solo su voluntad y fiereza para ver por su bienestar, y su historia es digna de darse a conocer.
Una mujer con mucho amor para dar
Cuando Letty tenía 18 años decidió tomar un año sabático y viajó a África para ser voluntaria durante un mes en un orfanato de Tanzania, pero pospuso su fecha de regreso una y otra vez. Cuando menos lo pensó, ya habían pasado tres años en los que descubrió su verdadera vocación: ayudar a los demás en todo lo que pudiera.
Descubrió un mundo que podía ser mejor
Letty se percató de algunas situaciones que no eran correctas en el orfanato: los encargados del lugar utilizaban los donativos para su propio beneficio y a los huérfanos solo les daban de comer una vez al día, además de que no los cuidaban de la manera correcta y en algunos casos sufrían abuso físico y psicológico. Fue por ello que decidió hacer saber a las autoridades lo que sucedía.
El abuso por el que estaban pasando los niños en el orfanato era terrible y vi el impacto que tuvo en ellos y supe de inmediato que algo tenía que cambiar.
-Letty McMaster
Letty obtuvo una segunda familia
Tras las investigaciones en el orfanato, las autoridades se percataron que lo que McMaster decía era verdad, por lo que cerraron el lugar, pero lo que ella menos deseaba era que los niños a quienes había tomado cariño y que ahora eran parte de su familia, se quedaran sin hogar, así que tras un largo camino se convirtió en la tutora legal de nueve pequeños, quienes la quieren y agradecen por su infinito amor.
No podía dejarlos en esa situación, así que mi nuevo objetivo era conseguirles un hogar familiar.
-Letty McMaster
Su familia creció y su vida cambió por completo
Con el paso del tiempo Letty creó una asociación llamada Street Children Iringa, con la intención de recaudar donaciones para así ayudar a niños huérfanos o en situación de calle, de esta forma tendrán alimento, ropa y un lugar en donde dormir.
Siete años después de que McMaster decidió realizar un voluntariado de un mes en África, ha podido convertirse en la tutora legar de 14 pequeños, cinco de ellos llegaron a su vida después del cierre del orfanato, y aunque los más pequeños la llegan a ver como una figura materna, ella se considera una hermana mayor para ellos pues los mayores tienen casi su edad.
Soy la figura materna en la casa; algunos de los niños pequeños que nunca tuvieron un padre me ven como su madre, pero la mayoría me ve más como una hermana mayor, ya que no soy mucho mayor que algunos de ellos. Soy como cualquier madre que cría adolescentes: me comprometí con ellos y me siento tan bendecida de tener dos familias.
-Letty McMaster