Cori Salchert es una enfermera de Sheboygan, una pequeña ciudad en el estado norteamericano de Wisconsin, y una madre de ocho niños biológicos que desde el 2012 se dedica a realizar una labor que es la expresión más pura de amor por el prójimo: abre las puertas de su hogar para adoptar a niños desahuciados.
La casa de la esperanza, que es como Cori y su esposo Mark llaman a su hogar, acoge a pequeños que vienen de familias con dificultad para lidiar con la condición de nacimiento que tienen sus bebés. Salchert creó Hope after loss (Esperanza después de la pérdida), una organización no gubernamental que ayuda a los padres que pierden a sus pequeños recién nacidos.
La primera bebé que adoptó fue Emmalynn
Aunque el pronóstico era desolador porque nació sin un hemisferio del cerebro, y los médicos le daban apenas unas semanas de vida, Cori llevó a la pequeña a su casa. En lugar de fallecer conectada a las máquinas en una fría sala de hospital, Emmalynn murió después de 50 días en la calidez de un hogar, rodeada de cariño y amor, y en los brazos de la propia Cori.
Charlie, el segundo huésped
En el 2014 llegó Charlie, de cuatro meses de edad; y aunque su situación no era tan grave como la de Emmalynn, estaba conectado a un respirador portátil y su expectativa de vida, aunque no terminal, era no mayor a tres años.
“Charlie se encuentra en soporte vital y ha sido resucitado por lo menos 10 veces el año pasado. Como en el caso de Emmalynn, hacemos todo lo que podemos para amar a Charlie y llevarlo con nosotros a cualquier parte que podamos”.
Un regalo de amor
“Durante años yo había querido cuidar a bebés que tenían un pronóstico de vida limitado como Charlie, o terminal como Emmalynn. ¡Qué regalo es ser parte de la vida de estos bebés! Tener la capacidad de aliviar su sufrimiento, de apreciarlos y amarlos a pesar de que no pueden regresar algo tangible o incluso sonreír por nuestros esfuerzos”.
“Invertimos y sufrimos terriblemente cuando estos pequeños mueren, pero nuestros corazones son como ventanas de vidrio templado. Esas ventanas están hechas de vidrio roto que ha sido fundido de vuelta, y esas ventanas son aún más fuertes y mas hermosas por haber sido quebradas”.